No es necesario machacarse varias horas en el gimnasio o darlo todo corriendo todos los días para mejorar nuestra salud. Diversos estudios y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) mantienen que moviéndonos cerca de 40 minutos todos los días notaremos un avance en nuestro estado de salud y mantendremos a raya enfermedades que, en el medio plazo, pueden situar en peligro nuestra vida.
En diciembre de 2020, un estudio difundido por la publicación especializada British Journal of Sports Medicine llegó a una serie de conclusiones sobre la actividad física que necesitamos para luchar los efectos negativos de 10 horas diarias de vida sedentaria. Los trabajos nos mantienen cada vez más tiempo sentados y el sofá es una tentación difícil de evitar cuando queremos relajarnos en casa. Dos realidades que este año de pandemia se han encargado de agrandar.
Los autores de la tesis recogieron y analizaron datos sobre hábitos de vida y movilidad procedentes de más de 44.000 hombres y mujeres de cuatro países durante varios años. Una información que puso de notorio la gran cantidad de horas que permanecemos sentados en una silla, en el trabajo o en un medio de transporte, día tras día.
Este estilo de vida sedentario favorece el desarrollo de varias enfermedades como obesidad, cardiopatías, diabetes tipo 2 e, incluso, algunos tipos de cáncer. La escasa actividad física, combinada con una nutrición poco equilibrada y una abundancia de estrés componen un cóctel que pone en jaque nuestra salud y puede alcanzar a conducirnos a una muerte prematura. Son patologías, en su mayoría, que asociadas al modo de vida aparecen y se agudizan a medida que cumplimos años. No obstante esto también está cambiando.
El problema no solo afecta a los adultos. Los niños y los adolescentes asimismo han incrementado su sedentarismo en los últimos años. La adicción a los videojuegos favorece, en buena medida, la bajada de la actividad entre la población más joven y estimula el sobrepeso y la obesidad a edades tempranas.
Los efectos positivos empiezan a ser visibles a partir de los 20 minutos diarios, pero si doblamos el número conseguiremos compensar de manera más eficaz los efectos nocivos de la falta de actividad física.
¿Qué se entiende por actividad física de intensidad moderada? Es un concepto muy amplio que podemos asimilar a estar en movimiento. Caminar y subir escaleras ya son, en la edad adulta, un ejercicio apreciable. Si caminamos rápido, aún tendrá un efecto más beneficioso. Por supuesto, será bueno incluir otros ejercicios más vigorosos como bailar, nadar y montar en bicicleta, entre otros.
¿Qué se entiende por actividad física de intensidad moderada? Es un concepto muy amplio que podemos asimilar a estar en movimiento. Caminar y subir escaleras ya son, en la edad adulta, un ejercicio apreciable. Si caminamos rápido, aún tendrá un efecto más beneficioso. Por supuesto, será bueno incluir otros ejercicios más vigorosos como bailar, nadar y montar en bicicleta, entre otros.
Fuente: La Vanguardia
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