Se ha investigado para poder reciclar de forma biológica el CO2 e incluso mantenerlo fuera de nuestra atmósfera y darle un uso.
Los científicos que se han dedicado a buscar como reducir los efectos que tiene el dióxido de carbono en el clima general de la Tierra han iniciado nuevos experimentos sobre el almacenamiento del gas bajo la tierra.
También es un proceso conocido como secuestro de carbono.Pero todavía no se sabe la seguridad y la eficacia de esa estrategia.
Actualmente se investiga para una nueva estrategia que permite eliminar el CO2 del aire y convertirlo en algo que nos sea útil en nuestros días.
Los investigadores esperan adaptar esa técnica a una mejor escala, a escala industrial y permitirnos facilidades a la hora de fabricar.
Cada año , aproximada mente unos 30.000 millones de toneladas de dióxido de carbono es expulsado a la atmósfera terrestre desde las centrales eléctricas, desde los automóviles que usamos y otras fuentes industriales que dependen de los combustibles fósiles.
La ingeniera Angela Belcher del MIT está trabajando en esta nueva estrategia del que obtenemos del co2 carbonatos sólidos que podrían ser usados en la construcción de edificios.
Aplicando la ingeniería genética a la levadura común de panadería, varias personas como Elizabeth Wood han creado un proceso que convierte el dióxido de carbono en carbonatos que podrían ser utilizados como materiales de construcción.
Este proceso ha sido probado en el laboratorio, y se ha deducido que se puede producir cerca de un kilogramo de carbonatos por cada medio kilo de dióxido de carbono capturado.
Los investigadores adaptaran para el uso práctico que permitiría utilizarla en centrales
eléctricas y fábricas.
Para crear el proceso de la levadura, se inspiraron en los animales marinos . Ya que estos pueden construir sus duras conchas a partir del dióxido de carbono y los iones de minerales que están disueltos en el agua de mar.
Algunas empresas ya han comercializado un proceso que captura el dióxido de carbono y lo convierte en un material sólido. Pero este proceso depende mayoritaria mente de un componente químico para capturar el CO2.
El sistema biológico del equipo del MIT de la señorita Elizabeth es mucho más eficiente y ya que no requiere ninguna sustancia tóxica ni altas o bajas temperaturas.
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