TENEMOS 7 SENTIDOS Y LOS 5 CONOCIDOS SON LOS MENOS IMPORTANTES

Nuestra postura y nuestro rostro envían importantes señales a nuestro cerebro, y es una información a la que nuestro cerebro responde, según explicó la neurocientífica española Nazareth Castellanos, investigadora del Laboratorio Nirakara-Lab, cátedra extraordinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

"Si yo tengo una cara enfadada, el cerebro interpreta que esta cara es propia de enfado y por tanto activa mecanismos de enfado", afirmó Castellanos.

De la misma forma, "cuando el cuerpo tiene una postura propia de estar triste, el cerebro comienza a activar mecanismos neuronales propios de estar triste".

La interocepción la información que le llega al cerebro de lo que sucede dentro del organismo. Lo que está pasando dentro de los órganos.

Estamos hablando del corazón, de la respiración, del estómago, del intestino. Es el sentido número uno porque de todo lo que suceda es a lo que el cerebro le va a dar la máxima importancia, es prioritario para el cerebro.

Y el número dos en prioridad es el sentido de la propiocepción, la información que le llega al cerebro de cómo está mi cuerpo por fuera, la postura, los gestos y las sensaciones que yo tengo a lo largo de mi cuerpo.

Por ejemplo, las sensaciones en la tripa cuando nos ponemos nerviosos, o un nudo en la garganta, o la pesadez de ojos cuando estamos cansados La propiocepción es el segundo sentido más importante. Y luego vienen los cinco.

La propiocepción -que es la información que le llega al cerebro de cómo está mi cuerpo y en concreto de la cara- es una información a la que el cerebro tiene que reaccionar.

Si yo estoy triste, si me enfado, si estoy alegre, mi cara lo refleja, pero al revés también. Si yo tengo una cara enfadada, el cerebro interpreta "esta cara es propia de enfado por tanto activo mecanismos de enfado", o "esta cara es propia de estar tranquila y por tanto activo mecanismos de estar tranquila".

Y esto es interesante porque ¿qué pasa si yo estoy triste o estoy enfadada, estresada, y empiezo a poner una cara relajada? Al principio el cerebro dice "esto no cuadra, está nerviosa pero pone una cara relajada". Y luego empieza a generar algo que se llama la migración del estado anímico. El cerebro dice, "vale, pues intento adaptar el estado anímico a la cara".


El cerebro tiene una zona que está dedicada exclusivamente a ver la postura del cuerpo.

Lo que se ha visto es que hay posturas del cuerpo que el cerebro asocia a un estado emocional. Si, por ejemplo, muevo los brazos arriba y abajo el cerebro no tiene un registro de que subir una mano sea algo emocional.

Cuando te pones nervioso, por ejemplo, sientes algo en el estómago o un nudo en la garganta. Todo eso lo está sintiendo mi cerebro, lo recibe. Cuando yo soy consciente de esas sensaciones, esa información que le ha llegado al cerebro es más nítida, y por tanto, el cerebro tiene más capacidad de discernir una emoción de otra.

Y eso lo hacemos con la consciencia, que también es una aliada en la gestión de las emociones. Porque cuando estamos metidos en una emoción, sea la que sea, si en ese momento paramos y desviamos la atención a las sensaciones del cuerpo, esto nos alivia mucho.


Fuente: BBC NEWS MUNDOBBC NEWS MUNDO

Comentarios