Esta parte del organismo había pasado desapercibida hasta ahora.
El descubrimiento se centra en la mandíbula, específicamente en el masetero. Ese sector de la cara se puede detectar colocando los dedos en las mejillas y apretando los dientes, ya que se sentirá como el masetero se aprieta.
Se sabía que el masetero tenía una capa profunda y una capa superficial, pero este nuevo estudio reveló la existencia de una tercera capa en el medio.
Lo peculiar del descubrimiento científico actual es que nunca se había identificado correctamente ese sector en la mandíbula y no se consideró si existía en los humanos.
Uno de los objetivos que impulsó a los investigadores a hacer este estudio era aclarar la estructura de los maseteros y resolver las inconsistencias de la literatura científica hasta la actualidad.
Los científicos habían tomado 12 cabezas humanas de cadáveres que se habían conservado en formaldehído para diseccionarlos. También, examinaron 16 cadáveres frescos mediante el uso de una tomografía computerizada. Y finalmente, examinaron la mandíbula de un sujeto vivo a través de una resonancia magnética.
Según la autora principal, la doctora Szilvia Menzey del Instituto Anatómico, del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea, esta parte del músculo estabiliza la mandíbula inferior y parece ser la única parte que puede tirar de la mandíbula hacia atrás (hacia la oreja).
Este descubrimiento de la capa previamente no identificada del masetero, que los investigadores sugieren nombrar Musculus maseter pars corenidea, es un hallazgo importante, ya que muestra que todavía hay cosas que los científicos aún no sabe sobre anatomía del cuerpo humano.
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