Al parecer las bacterias tambien viven en un mundo globalizado

En este mundo globalizado y digitalizado las personas podemos intercambiar información de forma instantánea. Al parecer las bacterias presentes en los seres humanos y los animales tienen esa misma capacidad. Esto gracias a un un mecanismo llamado transferencia horizontal de genes (THG) donde libre y rápidamente intercambian material genético relacionado con las enfermedad humanas y la resistencia a los antibióticos.

En un artículo que aparece en la revista Nature los investigadores del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental y del Departamento de Ingeniería Biológica del MIT dicen haber encontrado evidencias de una masiva red global de intercambio de genes entre las bacterias de todo el mundo. La red que descubrieron está compuesta por más de 10.000 genes únicos que fluye a través de THG entre 2.235 genomas bacterianos.

La THG es un antiguo método mediante el que las bacterias de diferentes linajes pueden adquirir y compartir información genética útil que no heredó de sus padres. Los científicos han sabido por mucho tiempo acerca de este intercambio y sabe que cuando un gen es transferido confiere un rasgo deseable, como la resistencia a los antibióticos o la patogenicidad. Luego ese gen puede someterse a una selección positiva y ser transmitido a la descendencia propia de una bacteria, a veces en detrimento de los seres humanos. Por ejemplo, la proliferación de cepas bacterianas resistentes a antibióticos es una amenaza muy real, como se ve en el aumento de las llamadas “superbacterias”.

Pero hasta ahora, los científicos no sabían hasta qué punto gran parte de esta información se estaba intercambiando, o con qué rapidez lo hacía. El trabajo demuestra la gran escala y la rapidez con la que los genes pueden proliferar a través de los linajes bacterianos.

Los científicos del MIT encontraron genes completamente idénticos en las bacterias que son tan diferentes el uno del otro como un ser humano lo es de una levadura. Esto demuestra que la transferencia es reciente, es decir, el gen no ha tenido tiempo para mutar.

Lo más sorprendente es que encontraron que el 60 por ciento de las transferencias de las bacterias asociadas a los seres humanos incluyen genes de resistencia a los antibióticos.

Estos genes de resistencia podría estar relacionado con el uso de antibióticos en la agricultura industrial. Los investigadores encontraron 42 genes de resistencia a los antibióticos que fueron compartidos entre las bacterias asociadas a los animales y los humanos, lo que demuestra un vínculo crucial de la conexión de los grupos de resistencia a los medicamentos en las poblaciones humanas y agrícolas . Es una poderosa evidencia circunstancial de que los genes son transferidos entre los animales productores de alimentos y los seres humanos.

Por otra parte, el equipo identificó 43 casos independientes de genes de resistencia a los antibióticos que se intercambiaron entre las naciones. Es decir, es un fenómeno internacional real. Una vez un rasgo entra en el acervo genético de las bacterias humanas, este se extiende con rapidez sin tener en cuenta las fronteras nacionales.

La práctica de añadir antibióticos profilácticos para la alimentación animal para promover el crecimiento y prevenir la propagación de las enfermedades en los rebaños y las manadas se encuentra densamente y muy extendida en los Estados Unidos, pero ha sido prohibido en muchos países europeos. Según la Administración Federal de Drogas (FDA), más del 80 por ciento de los 33 millones de libras de antibióticos que se venden en los Estados Unidos en el año 2009 fue de uso agrícola. Esto incluye antibióticos como las penicilinas y las tetraciclinas comúnmente utilizados para tratar las enfermedades humanas.

Otra evidencia más de que el uso excesivo de antibióticos está estimulando la aparición de las bacterias resistentes a los mismos.

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