El dispositivo puede identificar microorganismos en el agua, los alimentos y la sangre, explican los autores en la última edición de la revista Biomedical Optical Express, incluyendo los brotes de bacterias más difíciles como la Escherichia coli, causante de la reciente "crisis de los pepinos". Y las imágenes obtenidas pueden cargarse en ordenadores remotos para analizar a fondo los microbios.
El microscopio tiene dos modos de operación: el de transmisión, que puede analizar sustancias líquidas como sangre y agua, y el de reflexión que produce imágenes holográficas de superficies más densas, como alimentos. Además utiliza fotosensores digitales similares a los empleados en teléfonos móviles como el iPhone.
Con un corto entrenamiento, los médicos podrían usar este aparato para mejorar la atención a la salud en áreas remotas del mundo que tienen poco acceso a equipos de diagnóstico, sugieren los autores del trabajo.
Información: Muy Interesante
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