En un estudio publicado en la revista American Journal of Infection Control encontraron que la bacteria multirresistente a antibióticos Acinetobacter baumannii (MDR-AB) se encuentran en el entorno de casi la mitad (48 %) de las habitaciones de los pacientes colonizados o infectados con el patógeno. ¿No será que el uso excesivo de materiales de limpieza que mata al 99,9 % de los gérmenes está precisamente favoreciendo la aparición de un 0,1% de bacterias multiresistentes a los antibióticos?
El estudio examinó la frecuencia con que el entorno que rodea al paciente se contamina y cuáles de las superficies del medio ambiente están contaminados con más frecuencia.
Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland tomaron muestras de las superficies de diez de las 50 habitaciones, habitadas recientemente por pacientes con historia de la presencia de bacterias resistentes a antibióticos.
Las superficies de la muestra incluyeron las perilla de la puerta, los barandales, las mesas de noche, los touchpad de los signos vitales del monitor, los botones para solicitud de enfermería, los fregaderos, el cajón del carro de suministro de alimentos, las bombas de infusión así como el suelo a ambos lados de la cama del paciente. De todas las muestras un 9,8 por ciento de las superficies, que representó al 48 por ciento de las habitaciones examinadas mostraron la presencia en el medio ambiente de la bacteria multiresistente A. baumannii .
Además, el estudio encontró que los pacientes con una historia reciente de la colonización con dicha bacteria no fueron significativamente más propensos que aquellos con una historia remota de infección. Es decir, la bacteria es capaz de sobrevivir un prolongado tiempo.
Hay que señalar que el trabajo presenta varias limitaciones potenciales como el tamaño de la muestra, la falta de un grupo de comparación, y la incapacidad para determinar qué fue primero: la contaminación ambiental o la infección del paciente. Tampoco el estudio no evaluó a los trabajadores de atención médica o el movimiento de los pacientes y por lo tanto no se puede demostrar la transmisión de Acinetobacter baumannii a los pacientes como resultado de la contaminación ambiental.
Acinetobacter baumannii es una especie de bacteria gram-negativa que ha causado brotes de infección en los centros de salud en la última década con gran preocupación para la comunidad médica. Las infecciones por este patógeno se producen principalmente en pacientes enfermos, heridos o inmunodeprimidos. El germen es capaz de sobrevivir en las superficies por periodos prolongados de tiempo, por lo que es más difícil de erradicar.
Igual debemos meditar sobre si los ambientes demasiado enclaustrados y con excesos de limpieza no estarán seleccionando y favoreciendo la proliferación de este tipo de bacterias. ¿No será que por el contrario sea conveniente que las habitaciones de los hospitales necesiten ventilación y contacto con el exterior para aumentar la diversidad de bacterias ambientales y no predominen estas multiresistente a los antibióticos?
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