Como explica el autor principal del estudio, Ramón Álvarez, tras sumergir el supercristal creado con el sensor óptico en una muestra de plasma o sangre centrifugada, "el sensor, que genera un campo eléctrico extremadamente alto en la superficie del cristal, hace que la señal que rebota en los priones [un tipo de proteína patógena] la obtengamos de forma amplificada". De este modo se puede observar más fácilmente la cantidad de proteínas infecciosas que existen en la sangre.
Aplicaciones del supercristal
Pero la parte más interesante de este desarrollo es su aplicación. Tras años de investigación se ha descubierto que enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer tienen un origen priónico, de modo que, como apunta Álvarez, "podrían diseñarse sistemas de diagnosis temprana para estas enfermedades", mucho antes de que se den los primeros síntomas. Además, se puede detectar de manera "eficiente y regular", destacan los investigadores, algunas enfermedades con un origen priónico, como la de las vacas locas.
El trabajo desarrollado por los investigadores españoles del CSIC junto con científicos norteamericanos han sido publicados en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Estados Unidos (PNAS, por sus siglas en inglés).
Aplicaciones del supercristal
Pero la parte más interesante de este desarrollo es su aplicación. Tras años de investigación se ha descubierto que enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer tienen un origen priónico, de modo que, como apunta Álvarez, "podrían diseñarse sistemas de diagnosis temprana para estas enfermedades", mucho antes de que se den los primeros síntomas. Además, se puede detectar de manera "eficiente y regular", destacan los investigadores, algunas enfermedades con un origen priónico, como la de las vacas locas.
El trabajo desarrollado por los investigadores españoles del CSIC junto con científicos norteamericanos han sido publicados en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Estados Unidos (PNAS, por sus siglas en inglés).
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