La floración es el acto más importante que experimentan las
plantas, y el mundo depende de su cultivo y de las semillas que hacen crecer la
próxima generación.
Ahora, un estudio llevado a cabo por un equipo de
investigadores de la Universidad Nacional de Singapur ha descubierto cómo
ocurre esto. El equipo ha identificado una proteína esencial para la floración en
condiciones normales de luz.
Para identificar el elemento desencadenante del proceso de
la floración, se ha realizado un estudio
que se ha extendido alrededor de cinco años, donde exploraron en busca de
proteínas en las plantas que usaban un proceso conocido como sistema de doble
híbrido en la levadura. Después escanearon unas 3 millones de muestras, y así,
identificaron una molécula que llamaron FT-Interacting Protein 1 (FTIP1).
Los investigadores hallaron que las plantas con versiones
mutantes, no funcionales, del gen FTIP1, florecerían mucho más tarde, en
condiciones normales de luz (alrededor de 16 horas de luz por día). Cuando a
estas plantas mutantes se les dio una versión funcional de este gen, su tiempo
de floración fue restaurado casi a la normalidad.
Estos hallazgos sugieren que FTIP1 es clave para el control
de la floración por la luz, e implica que el FTIP1, y genes similares, podrían
ser utilizados como marcadores moleculares, tanto para la reproducción clásica
de la planta como la modificación selectiva genética, que busca rasgos
deseables de floración, con el objetivo de incrementar el rendimiento de los
cultivos en ambientes cambiantes.
Otros estudios, apuntan a que un grupo de proteínas, como
las FTIP1, están involucradas en una amplia gama de procesos de desarrollo de
la planta. Ahora están trabajando, para descubrir otros factores considerados críticos en el
control de la floración, además de otros procesos clave en el desarrollo de las
plantas.
Fuente: Noticias de la Ciencia
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