Desde elefantes enanos hasta ratones enormes, e incluso
humanos del tamaño de un hobbit, los cambios en el tamaño de animales
confinados a vivir en una isla son bien conocidos por la ciencia.
Desde hace tiempo, los biólogos creen que los animales
grandes que evolucionan en las islas tienden a hacerse más pequeños, mientras
que los animales pequeños tienden a hacerse más grandes, una generalización que
ellos llaman la "regla de las islas".
Los restos fósiles de elefantes enanos encontrados en la
isla mediterránea de Chipre, por ejemplo, sugieren que redujeron su tamaño en
más de un 90 por ciento. Los gigantes de las islas también son impresionantes:
Se estima que las jutías gigantes, miembros de un grupo extinto de roedores,
pesaban hasta 200 kilogramos.
Con los años, varios científicos han puesto en duda la
generalidad de la citada regla, argumentando que las tendencias de tamaño en
las islas no son tan habituales como originalmente se pensaba. Los
investigadores han propuesto diversas hipótesis para explicar por qué algunos
animales en las islas se vuelven grandes y otros se vuelven pequeños, pero
ninguna variable específica lo ha explicado todo.
Un nuevo estudio ha puesto a prueba la "regla de las
islas" en roedores propios de islas y en otros propios de continentes.
El equipo de Paul Durst y Louise Roth de la Universidad Duke
recopiló datos de 73 especies de roedores de 55 islas de todo el mundo, los
cuales variaban en tamaño desde apenas unos 6 gramos hasta unos 20 kilogramos.
Los autores del estudio constataron que el factor clave para
determinar si un roedor se hacía más grande o más pequeño era el tamaño que
originalmente tenía en el continente. Los roedores por encima del tamaño límite
de 253 gramos, un grupo que incluía a castores, ardillas y otros, solían
volverse más pequeños con el paso del tiempo, mientras que los que estaban por
dejado de ese límite generalmente se hacían más grandes.
La versión original de la "regla de las islas",
los animales pequeños se vuelven grandes mientras los animales grandes se
vuelven pequeños, concuerda, por tanto, con lo comprobado en estos roedores.
Fuente: Noticias de la Ciencia
Comentarios
Publicar un comentario