A continuación aportamos más pruebas de que el sueño profundo, incluso al dormir la siesta, puede aumentar la inteligencia. El acto de soñar podría mejorar la memoria, estimular la creatividad y mejorar la planificación futura, a tenor del resultado de nuevas investigaciones realizadas a tal efecto.
En un estudio reciente, los sujetos que tomaron siestas habituales con sueño MOR (fase en la que los sueños son más intensos) obtuvieron mejores resultados en problemas sintácticos basados en la creatividad. Es decir, el sueño profundo o con MOR (movimientos oculares rápidos), ayudó a las personas a combinar sus ideas de forma novedosa, según expone la psiquiatra responsable del estudio, Sara Mednick.
Parte de la ronda matutina del experimento consistió en una prueba de analogía de palabras similar a la de los exámenes SAT. Por ejemplo, si tomamos las palabras «patatas: salado - caramelos: » la respuesta sería «dulce».
Al mediodía, tras la primera ronda, los sujetos tomaron un descanso supervisado de 90 minutos de duración.
Algunos participantes echaron siestas que alcanzaron la fase de sueño MOR, que habitualmente comienza una hora después de haberse dormido la persona.
Otro grupo tomó siestas sin llegar a la fase MOR. Un tercer grupo descansó tranquilamente pero sin llegar a dormirse. Hubo una segunda ronda de pruebas durante la tarde. En las pruebas tipo de la segunda ronda, se solicitó a los participantes que adivinaran una única palabra asociada con otras tres aparentemente inconexas. Por ejemplo, para las palabras «perita», «hogar» y «sueños» la respuesta sería «dulce». Las respuestas correctas de muchas preguntas de la segunda ronda coincidían con las de las preguntas analógicas de la primera.
En las preguntas de la segunda ronda cuyas respuestas coincidían con las de la primera, como por ejemplo «dulce» y «dulce», los que tomaron siestas con sueño MOR mejoraron su rendimiento en un 40 por ciento. Los que tomaron siestas sin llegar a la fase de sueño MOR y los que no durmieron, no mostraron mejores resultados en estas pruebas, añade Mednick, de la Universidad de California, San Diego, que presentó sus resultados el viernes en la convención anual de la Asociación Americana de Psicología celebrada en San Diego.
Esto significa que el sueño MOR mejoró la capacidad de los participantes para detectar vínculos conceptuales de términos aparentemente inconexos: las respuestas de los problemas analógicos de la primera ronda y las tres palabras asociativas de la segunda ronda.
Mednick resaltó que todos los grupos recordaron las respuestas matutinas igual de bien, lo que demuestra que la segunda ronda no sólo sirvió para comprobar la capacidad de memorización de los que tomaron la siesta MOR. En resumen, el sueño MOR «desempeña un papel importante que permite a las personas desacoplar la memoria de un término concreto para poder utilizarlo en otros contextos», añadió la doctora.
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