El engaño de Actimel

Aunque parezca difícil de creer y tras años de publicidad proclamando las virtudes saludables de sus productos, la compañía Danone da la espalda a Actimel y Activia. Danone ha anunciado que dejará de elogiar y alabar los beneficios para la salud de estos productos y lo hace ante la posibilidad de que la EFSA invalide los argumentos y estudios presentados por Danone ante este organismo.






Las premisas de aportar beneficios extras para la salud acreditados por estudios de algunas compañías, se derrumban como castillos de naipes. En algunos casos, los alimentos funcionales evaluados por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) no están superando el examen. ¿Qué ha pasado en el seno de Danone, para que de repente el gigante francés retire su petición de evaluación de sus productos por parte de la EFSA?, como indicamos en el título, Danone da la espalda a Actimel y Activia y adopta esta decisión según indica, por la “falta de visibilidad en la aplicación del reglamento europeo”.

Parece evidente que Danone tiene claro que la EFSA consideraría que las cualidades de Activia y Actimel no son tan claras como nos ha pretendido hacer creer la marca, quizá por ello haya creído mejor una retirada a tiempo antes que un apabullante no. Recordemos que según Danone, Actimel reforzaba las defensas naturales del organismo, y Activia regulaba la digestión. En teoría la EFSA debía pronunciarse en las próximas semanas sobre estas cualidades, recordemos que ya en febrero los estudios que presentó Danone se consideraron insuficientes, será interesante también tener en cuenta la lectura del post Actimel y la publicidad engañosa, y cómo la Advertising Standards Authority (ASA), Autoridad de Normas Publicitarias del Reino Unido determinaba que ninguno de los estudios presentados por Danone apoyaba las afirmaciones que se realizaban en los anuncios publicitarios, “Actimel ayuda a mantener las defensas de tus hijos, hecho científicamente probado”.

Danone cambia su política y anuncia una modificación de la publicidad de los mencionados productos a nivel europeo, dejando de elogiar los beneficios para la salud. El último año ha sido un verdadero bombardeo, recordemos el Premio a la mentira publicitaria más insolente otorgado por la asociación alemana Foodwatch, o la votación de la organización de defensa de los consumidores FACUA en la que se proclamaba a Actimel, segundo peor anuncio del año en España, añadiendo además el veredicto mencionado de la Advertising Standards Authority (ASA).

De momento, Danone da la espalda a Actimel y Activia y deja de luchar por reivindicar sus supuestas virtudes, argumentando la falta de transparencia de la EFSA sobre los requisitos para la solicitud de la connotación saludable y beneficiosa para el organismo.

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