Coca-cola ha anunciado que a finales de año retirará de
todos sus productos el aceite vegetal brominado (BVO), un estabilizador que
usaba en productos como Fanta y Powerade cuando estaban destinados al mercado
estadounidense. En Europa y Japón este aditivo ya estaba prohibido. La decisión
se debe a la presión que ha recibido de las redes sociales.
Investigadores de la Clínica Mayo han vinculado este
producto a la pérdida de memoria y otros problemas de salud. La Agencia para la
Alimentación y los Medicamentos estadounidense (FDA) la sacó de su lista de
productos “generalmente seguros” en 1970. Sin embargo, estaba permitido usarlos
en una pequeñísima cantidad en EE UU (15 partes por millón).
Josh Gold, portavoz de Coca-cola, ha insistido en que la
retirada no era una cuestión de seguridad. “Todos nuestros productos, incluidos
aquellos con BVO son seguros y siempre lo han sido, y cumplen con las
regulacion es de los países en que se venden. La seguridad y la calidad de
nuestros productos es nuestra máxima prioridad”.
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