Los restos fósiles recién descubiertos no se parecen a ninguno de los seres humanos antiguos conocidos. El trabajo ha sido publicado en la revista Nature Communications.
Un grupo de pescadores ha descubierto en Taiwán la mandíbula de un hombre prehistórico que vivió en esta zona del planeta hace unos 200.000 años, según los análisis de los antropólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales en Taiwán (China) y el Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia en Tokio (Japón).
La mandíbula en cuestión fue localizada en el canal Penghu, a unos 25 kilómetros de la costa de Taiwán. Entre sus características peculiares se encuentra que es una mandíbula corta (de la parte inferior que está casi completa) y tiene dientes inusualmente grandes en comparación con otros fósiles de esta zona.
Los expertos explican que esta mandíbula pudo haber podido pertenecer a una especie de homínidos hasta ahora desconocida, por lo que es probable que varios linajes extintos de humanos pudieron haber coexistido antes de la llegada del hombre moderno hace aproximadamente unos 40.000 años. El estudio de este fósil, denominado Penghu1, ha revelado que este homínido vivió hace entre 10.000 y 190.000 años y con una estructura corporal mucho más robusta y grande que los restos más antiguos que conocemos del Homo erectus, por ejemplo.
Si se trata de una nueva especie de homínido o un subgrupo del Homo erectus aún está por confirmar pero, sin duda, se trata de un descubrimiento sorprendente: “Lo que podemos decir es que es claramente diferente de las poblaciones de Homo erectus conocidos del norte de China y Japón, y es probable que represente a un grupo hasta ahora no conocido. La mandíbula descubierta es marcadamente diferente a nosotros en cuanto a su robustez; el ancho del hueso en la parte lateral de la mandíbula es de 20,7 mm y el promedio para los fósiles humanos modernos es de 14 mm”, explica Yousuke Kaifu, líder del estudio.
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