Comer nueces puede mejorar el rendimiento del sujeto en pruebas sobre
las funciones cognitivas, incluyendo las que se refieren a la memoria,
la concentración y la velocidad de procesamiento de la información,
según las conclusiones a las que se ha llegado en una nueva
investigación. Se comprobó en los sujetos de estudio que diversas
funciones cognitivas eran sistemáticamente mejores en adultos que
consumían nueces, al margen de la edad, el sexo o la etnia.
Hasta donde se sabe, este estudio, realizado por Lenore Arab y Alfonso Ang, de la Escuela David Geffen de Medicina, adscrita a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos, es el primer gran análisis representativo del consumo de nueces y las funciones cognitivas.
En este estudio, se trabajó con un grupo de participantes con edades comprendidas entre los 20 y los 59 años, así como otro integrado por individuos de 60 años y más. Arab y Ang encontraron que los participantes del estudio con un consumo de nueces más elevado tenían un rendimiento bastante mejor en una serie de seis pruebas cognitivas.
Los resultados de este estudio coinciden con los de otros anteriores realizados sobre animales, mostrando todos ellos el beneficio neuroprotector de comer nueces. Además, los beneficios se obtienen sin recurrir a un consumo enorme de nueces. Basta un puñado de ellas (13 gramos) cada día.
Hay numerosos ingredientes activos posibles en las nueces que podrían ser factores que contribuyan a proteger las funciones cognitivas. Entre ellos, el contenido antioxidante de las nueces, la combinación de numerosas vitaminas y minerales, así como el hecho de que es el único fruto seco que contiene una fuente importante de ácido alfa-linolénico, un ácido graso omega-3 procedente de plantas que tiene beneficios para la salud del corazón y el cerebro.
Hasta donde se sabe, este estudio, realizado por Lenore Arab y Alfonso Ang, de la Escuela David Geffen de Medicina, adscrita a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos, es el primer gran análisis representativo del consumo de nueces y las funciones cognitivas.
En este estudio, se trabajó con un grupo de participantes con edades comprendidas entre los 20 y los 59 años, así como otro integrado por individuos de 60 años y más. Arab y Ang encontraron que los participantes del estudio con un consumo de nueces más elevado tenían un rendimiento bastante mejor en una serie de seis pruebas cognitivas.
Los resultados de este estudio coinciden con los de otros anteriores realizados sobre animales, mostrando todos ellos el beneficio neuroprotector de comer nueces. Además, los beneficios se obtienen sin recurrir a un consumo enorme de nueces. Basta un puñado de ellas (13 gramos) cada día.
Hay numerosos ingredientes activos posibles en las nueces que podrían ser factores que contribuyan a proteger las funciones cognitivas. Entre ellos, el contenido antioxidante de las nueces, la combinación de numerosas vitaminas y minerales, así como el hecho de que es el único fruto seco que contiene una fuente importante de ácido alfa-linolénico, un ácido graso omega-3 procedente de plantas que tiene beneficios para la salud del corazón y el cerebro.
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