Investigadores sugieren que la Tierra entró en una nueva era geológica, el Antropoceno, a mediados del siglo XX con el comienzo de la era nuclear
La actividad humana ha hecho desaparecer ecosistemas en todo el mundo, ha cambiado el clima y la calidad del aire, y ha exterminado especies. Dejamos una huella tan profunda en el planeta que muchos científicos creen que nos encontramos inmersos en un nuevo período geológico, el Antropoceno, la era de los seres humanos, un término no oficial pero sobre el que existe un amplio consenso. Lo que no está tan claro es cuándo comenzó. Algunos lo sitúan en la aparición de la agricultura en el Neolítico, hace 10.000 años, mientras que otros creen que fue con la revolución industrial, a finales del siglo XVIII.
Ahora, un equipo internacional de investigadores del Programa Internacional Geosfera-Biosfera (IGBP) y el Centro de Resiliencia de Estocolmo ha tenido en cuenta un conjunto de 24 indicadores globales, al que han llamado «tablero planetario», para sugerir que en realidad el inicio del Antropoceno debe fecharse a medidos del siglo XX. Entonces se produjo una «Gran Aceleración» en la actividad humana que provocó cambios fundamentales en el estado y el funcionamiento de la Tierra que no pueden atribuirse a la variabilidad natural. Los resultados serán presentados en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, a finales de este mes.
«Es difícil sobreestimar la magnitud y la velocidad del cambio. En una sola vida la humanidad se ha convertido en una fuerza geológica a escala planetaria», dice el autor principal, Will Steffen, de la Universidad Nacional de Australia y el Centro de Resiliencia de Estocolmo. En su estudio, los investigadores trazaron un gráfico de la actividad humana desde el comienzo de la revolución industrial en 1750 al año 2010, y de los cambios posteriores en el sistema de la Tierra: los niveles de gases de efecto invernadero, la acidificación de los océanos, la deforestación y el deterioro de la biodiversidad.
Doce indicadores muestran la actividad humana, por ejemplo, el crecimiento económico (PIB), la población, el consumo de energía, las telecomunicaciones, el transporte y el uso del agua. Otros doce, los cambios ambientales: en el ciclo del carbono, el ciclo del nitrógeno, la biodiversidad... Este nuevo «tablero planetario» pone de relieve cómo las trayectorias de la Tierra y del desarrollo humano están estrechamente vinculadas.
«La primera vez que agregamos estos datos, esperábamos ver grandes cambios, pero lo que nos sorprendió fue el tiempo. Casi todas las gráficas muestran el mismo patrón. Los cambios más dramáticos han ocurrido a partir de 1950. Fue el inicio de la 'Gran Aceleración'», dice Steffen. A su juicio, «se trata de un fenómeno nuevo e indica que la humanidad tiene una responsabilidad hacia el planeta».
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