Qijianglong (“el dragón de Qijiang” en chino) vivió hace 160 millones de años, durante el Jurásico tardío. Y como buen saurópodo, tenía un enorme cuello, aunque aún más grande de lo que los paleontólogos están acostumbrados a ver. Incluso parece desafiar las leyes de la física, ya que ocupa la mitad de su cuerpo, cuando lo normal es que abarque un tercio.
El nuevo dinosaurio, cuyos restos han sido descubiertos en China por investigadores de la Universidad de Alberta, pertenece al grupo de los mamenquisaurios, caracterizados por sus extensos cuellos.
Lo que hace especial al dragón de Qijiang es que sus vértebras están rellenas de aire, lo que aligeraba sobremanera su peso. Además, las articulaciones entre las vértebras están diseñadas para permitir sobre todo los movimientos de arriba abajo (como una grúa), no a los lados.
El hallazgo demuestra que también podría haber grandes diferencias entre los mamenquisaurios, aunque esta estirpe solo vivió en Asia. Algún tipo de barrera física, como el mar, quizá bloqueo a los mamenquisaurios e impidió que evolucionaran fuera de China.
El nuevo dinosaurio, cuyos restos han sido descubiertos en China por investigadores de la Universidad de Alberta, pertenece al grupo de los mamenquisaurios, caracterizados por sus extensos cuellos.
Lo que hace especial al dragón de Qijiang es que sus vértebras están rellenas de aire, lo que aligeraba sobremanera su peso. Además, las articulaciones entre las vértebras están diseñadas para permitir sobre todo los movimientos de arriba abajo (como una grúa), no a los lados.
El hallazgo demuestra que también podría haber grandes diferencias entre los mamenquisaurios, aunque esta estirpe solo vivió en Asia. Algún tipo de barrera física, como el mar, quizá bloqueo a los mamenquisaurios e impidió que evolucionaran fuera de China.
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