Timothy Brown, conocido como el 'paciente de Berlín', es la primera persona en el mundo considerada oficialmente curada de SIDA. Tras padecer leucemia, además, fue sometido a un transplante de médula, utilizando células madre de un paciente resistente al VIH; una técnica que le curó ambas enfermedades.
Timothy Brown, de 47 años, es la primera persona del mundo considerada oficialmente curada de SIDA.
Brown se sometió a una novedosa técnica para tratar una leucemia con células madre de un donante resistente al VIH. Desde entonces, no presenta rastros del virus.
Desde 2007, Brown recibió dos trasplantes de médula ósea de alto riesgo y sigue dando negativo en la prueba del VIH. Este hecho ha impresionado a los investigadores y ha ofrecido esperanzadoras perspectivas sobre cómo la terapia genética puede conducir a la cura de la enfermedad.
Timothy Brown, de 47 años, es la primera persona del mundo considerada oficialmente curada de SIDA.
Brown se sometió a una novedosa técnica para tratar una leucemia con células madre de un donante resistente al VIH. Desde entonces, no presenta rastros del virus.
Desde 2007, Brown recibió dos trasplantes de médula ósea de alto riesgo y sigue dando negativo en la prueba del VIH. Este hecho ha impresionado a los investigadores y ha ofrecido esperanzadoras perspectivas sobre cómo la terapia genética puede conducir a la cura de la enfermedad.
Timothy Brown asegura ser "la prueba viviente de que podría haber una cura para el SIDA. Es maravilloso estar curado", dice.
El hombre, que ha participado en la XIX Conferencia Internacional de SIDA EN WASHINGTON, estudiaba en Berlín cuando dió positivo en la prueba del SIDA en 1995. Le dieron entonces unos dos años de vida. Pero un año más tarde apareció en el mercado la terapia antirretroviral combinada, que hizo que el VIH se convirtiera en una enfermedad manejable para millones de personas en todo el mundo.
Tras ser diagnosticado de leucemia y recibir quimioterapia, que le provocó una neumonia y una infección, a su médico se le ocurrió intentar un trasplante de médula ósea con un donante que tenía una mutación del receptor CCR5.
Las personas sin ese receptor parecen ser resistentes al VIH debido a que carecen de la puerta de entrada a través de la cual el virus puede ingresar en las células. La novedosa técnica podría ser un intento de curar el cáncer y el VIH al mismo tiempo.
Brown fue sometido así a un trasplante de médula ósea utilizando células madre de un donante con una mutación del CCR5, a quien nunca ha conocido en persona. Al mismo tiempo, dejó de tomar antirretrovirales. Su leucemia, no obstante, regresó y se sometió a un segundo trasplante en 2008.
Desde entonces, está curado de ambas enfermedades, aunque padece algunos problemas neurológicos.
El hombre, que ha participado en la XIX Conferencia Internacional de SIDA EN WASHINGTON, estudiaba en Berlín cuando dió positivo en la prueba del SIDA en 1995. Le dieron entonces unos dos años de vida. Pero un año más tarde apareció en el mercado la terapia antirretroviral combinada, que hizo que el VIH se convirtiera en una enfermedad manejable para millones de personas en todo el mundo.
Tras ser diagnosticado de leucemia y recibir quimioterapia, que le provocó una neumonia y una infección, a su médico se le ocurrió intentar un trasplante de médula ósea con un donante que tenía una mutación del receptor CCR5.
Las personas sin ese receptor parecen ser resistentes al VIH debido a que carecen de la puerta de entrada a través de la cual el virus puede ingresar en las células. La novedosa técnica podría ser un intento de curar el cáncer y el VIH al mismo tiempo.
Brown fue sometido así a un trasplante de médula ósea utilizando células madre de un donante con una mutación del CCR5, a quien nunca ha conocido en persona. Al mismo tiempo, dejó de tomar antirretrovirales. Su leucemia, no obstante, regresó y se sometió a un segundo trasplante en 2008.
Desde entonces, está curado de ambas enfermedades, aunque padece algunos problemas neurológicos.
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