Para lograrlo, los científicos han trasplantado cierto tipo de neuronas embrionarias que expresan el neurotransmisor GABA (un neurotransmisor inhibidor principal que ayuda en el control motor y la visión, entre otras funciones relevantes) descubriendo que los ratones empleados en el experimento que contaban con un problema de visión que se desarrolla al principio de la vida, llamado ambliopía, lograron tras el trasplante, un nuevo periodo de plasticidad en el cerebro que permitió un recableado del cerebro adulto y que los ratones vieran perfectamente, eliminando el problema de visión.
Así, los cerebros adultos volvieron
a ser jóvenes de nuevo reactivando
la plasticidad del cerebro, los cambios rápidos y robustos en las vías
neuronales y las sinapsis: “Varias semanas después del trasplante, cuando el
sistema visual del animal donante atravesaba su período crítico, los ratones
ambliópicos empezaban a ver con agudeza visual normal”,
explica Melissa Davis, líder del estudio.
¿Qué aplicaciones podrá tener
este descubrimiento? El estudio allana el camino para
nuevos tratamientos relacionados con el desarrollo normal del cerebro como la
esquizofrenia y el autismo, trastornos cerebrales actualmente incurables.
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