HALLAN EL INTERRUPTOR PARA DESPERTAR LAS CÉLULAS CANCERÍGENAS

A día de hoy contamos con tratamientos efectivos frente a muchos tipos de cáncer. Unos tratamientos que, básicamente, detectan a las células que se están dividiendo de forma incontrolada –o lo que es lo mismo, desarrollando un tumor, ya sea primario o metastásico– y las destruyen. Sin embargo, estos tratamientos no son en muchos casos capaces de curar completamente la enfermedad.


Los tumores no solo contienen células ‘activas’; también cuentan con células tumorales ‘durmientes’, que al no reproducirse permanecen ‘invisibles’ a las terapias. Y una vez concluye el tratamiento, estas células pueden ‘despertarse’ y formar un nuevo tumor, provocando así la reaparición –o ‘recidiva’– de la enfermedad. Un estado de ‘sopor’ o quiescencia que resulta muy común en las células tumorales metastásicas, que se mantienen ‘durmientes’ durante su migración por el organismo para colonizar otros órganos. Tal es así que, cuando menos en teoría, la clave para erradicar totalmente un cáncer sería sacar a estas células de su estado de sopor. Y ahora, investigadores de la Universidad de Arizona en Tucson (EE.UU.) y de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) parecen haber encontrado cómo hacerlo.

Distintas investigaciones previas habían demostrado que la ‘red’ o conjunto de genes denominado ‘Rb-E2F’ juega un papel fundamental en la división celular y la quiescencia. Y asimismo, que la interrupción en la expresión de esta red ‘Rb-E2F’ suele conllevar una división incontrolada de las células y, por ende, el desarrollo de un cáncer. Así, lo que hicieron los autores del nuevo estudio fue utilizar un programa informático para simular cómo el cambio en la expresión en los genes que componen la red ‘Rb-E2F’ afecta a la intensidad del sopor de las células. Y una vez obtenidos los resultados del programa informático, los probaron en cultivos celulares de un modelo animal –ratas–. Básicamente, lo que hicieron fue incrementar la expresión de algunos de los genes de la red ‘Rb-E2F’, lo que permitió que los investigadores pudieran alterar el nivel de quiescencia de las células tumorales. Y es que según se aumente o reduzca la expresión de un gen determinado, así será el grado de sopor.

Como refiere el director de la investigación, «la ventaja de comprender el mecanismo de este ‘interruptor de intensidad’ es que podemos ajustar de forma más precisa el nivel de ‘sopor’ de las células, lo que nos permite actuar de forma específica sobre las células cancerígenas durmientes. Y es que el estado de quiescencia de las células tumorales es mucho menos estable que el de las células sanas».

Pero aún hay más. Quizás no sea necesario, o adecuado, ‘despertar’ a las células durmientes. Es posible que también pueda utilizarse el ‘interruptor de intensidad’ para que las células durmientes caigan en un sopor aún más profundo y, así, nunca puedan despertarse para causar la reaparición del tumor.

Fuentes: ABC

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