EL ADITIVO QUE NOS INCITA A COMER MÁS

https://i.ytimg.com/vi/arbjVVbzkyY/maxresdefault.jpgAquel aditivo que incita a las personas a comer más, se denomina glutamato monosódico, cuyo código es E-621. Hay muchos mitos que hablan de que el glutamato monosódico podría provocar:
migrañas, espasmos musculares, irregularidades cardíacas, naúseas, alergias, ataques epilépticos, depresión o empeorar el autismo. Pero, ¿todo esto es cierto? El glutamato es un compuesto que se deriva del ácido glutámico, uno de los aminoácidos más abundantes y no esenciales en la naturaleza. 

Está presente de manera natural en alimentos típicos como el tomate o el queso. Además de los sabores típicos: dulce, amargo, salado y ácido, existe una quinta sensación gustativa: el unami, que es propio de las cocinas orientales y también del jamón serrano o la leche materna.

El unami, en japonés significa sabor delicioso. A partir de la sopa de algas marina, el glutamato monosódico se utilizó como potenciador de sabor a través de la marca comercial Ajinomoto.

http://blovver.com/wp-content/uploads/ajinomoto1-e1453420924331.jpgTras su utilización en las comidas orientales, se le ha acusado de ser el causante del llamado síndrome del restaurante chino. El síndrome consiste en dolores de cabeza, dolor torácico, enrojecimiento o sudoración. Sin embargo, estos síntomas solo ocurren cuando se toma de manera muy abundante. La ingesta diaria recomendable es de 30 miligramos de glutato monosódico por cada kilo de peso del consumidor.

A parte del glutamato, que proviene naturalmente de los alimentos y del Ajinomoto, estamos expuestos a más glutamato en el que no solemos reparar, y no por ir a restaurantes chinos.

Muchos de los males asociados al glutamato en su leyenda no tienen fundamento. Pero, su consumo desproporcionado puede traer otros problemas como obesidad, dolor de cabeza o hipertensión. Por ello hay que evitar comer excesivamente el glutamato y obtener alimentos frescos.

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