Hace un par de años se confirmó una investigación de hace 50 años, tras repasar toda la documentación de un antiguo estudio abortado por razones desconocidas.Dicha investigación fue realizada por la Universidad de Birmighan en el año 1968 y afirmaba que el azúcar causaba daños para el corazón.
La nueva investigación confirma que el azúcar es perjudicial para el organismo.
La antigua investigación estudió la relación entre el consumo de azúcar y los niveles de triglicéridos en sangre. Como los científicos vieron que se quedaban sin financiación tras 27 meses de trabajo, abortaron el proyecto tras obtener los resultados preliminares.
Estos resultados preliminares revelaban que una dieta rica en azúcar comparada con una dieta rica en almidones, aumentaba en ratones los niveles de triglicéridos en sangre.
Fue en 2016 cuando el mismo equipo de investigadores de la Universidad de California-San Francisco reveló que en los años sesenta la misma fundación, entonces conocida como Fundación de Investigación sobre el Azúcar, había pagado a científicos para desviar las culpas del azúcar hacia las grasas saturadas.
Otras investigaciones han revelado las estrategias de distracción que han promovido algunas empresas y representantes de la industria para desviar la atención de los efectos del azúcar en la salud.
No es descabellado preguntarse cómo habría sido nuestra relación con el azúcar en estas últimas décadas si los intereses de la industria no hubieran primado sobre los de nuestra salud.
Sin duda, ello habría influido también en las recomendaciones sobre alimentación que durante años han restado importancia a la presencia de azúcar en la dieta y han situado a las grasas en la diana de todas las críticas.
Fuente: Vitónica
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