MANIPULACIÓN DE CEREBRO SIN CIRUGÍA


Un equipo internacional de científicos logra itervenir la memoria de ratones y cambiar su comportamiento con luz sin necesidad de abrirles la cabeza.

Cuando hace quince años se planteó la posibilidad de manipular el cerebro humano con luz, muchos reaccionaron con escepticismo. Los científicos llevaban tiempo interviniendo sobre la actividad de las neuronas a través de impulsos eléctricos transmitidos por electrodos implantados con cirugía, una técnica que ha ayudado a algunos enfermos de párkinson, pero lograrlo con luz iba a requerir un método para hacer que las neuronas entendiesen ese lenguaje.


Las herramientas que lo hicieron posible fueron proteínas de un tipo de algas unicelulares que reaccionan ante la luz actuando como interruptores que dejan pasar cargas eléctricas. Introduciendo estas proteínas en las neuronas a través de un virus se las hacía sensibles a la luz.

Con esta tecnología, ya se ha podido reactivar neuronas enfermas de la retina de ratones ciegos para mejorar su visión, inhibir o activar el dolor o saciar a roedores iluminando sus neuronas, sin necesidad de darles alimento alguno. La capacidad para activar o desactivar regiones del cerebro también ha servido para estudiar su relación con distintas funciones.

Uno de los problemas a la hora de aplicar esta tecnología, conocida como optogenética, es que las proteínas que abren y cierran los canales de las neuronas solo se activan con luz visible, azul o verde. Esa luz no tiene mucha capacidad de penetración, así que para aplicar la técnica es necesario abrir la cabeza de los animales de laboratorio. Esa limitación a la hora de llevar las posibilidades de cambiar el cerebro con luz se está empezando a resolver gracias a trabajos como el presentado hoy en la revista Science.

Un equipo internacional de científicos liderado por Thomas McHugh, del Instituto de Neurociencia RIKEN en Japón, logró activar las neuronas de ratones de laboratorio empleando luz infrarroja, con mayor capacidad para atravesar los tejidos que la luz visible. Para lograr que esa luz activase las neuronas, les inyectaron unas nanopartículas que transformaban la luz infrarroja en luz visible. Con ese método, los investigadores lograron hacer que los ratones recuperasen memorias, o cambiaron el comportamiento de animales condicionados para quedarse paralizados ante determinadas circunstancias haciendo desaparecer el condicionamiento. Y todo con un método no invasivo.

Fuente: El País

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