Hay un momento el la vida de algunas personas en el cual quieren tener hijos, pero no siempre es posible por la fecundación tradicional. Esto se debe a que alguno o los dos miembros de la pareja son estériles.
El encargado de estudiar la parte masculina es el urólogo que hace unas pruebas para saber como son los espermatozoides. Siempre se empieza con un seminograma que determinan la capacidad de movilidad, la morfología y la cantidad de espermatozoides.
La triple selección espermática es una técnica para asegurar la selección de los espermatozoides en mejor forma para realizar una fecundación in vitro. Normalmente hay tantos espermatozoides en una muestra de esperma que… ¿cuál escoger? La elección habitualmente va de la mano del especialista que realiza la técnica según la morfología y motilidad del espermatozoide, convirtiéndose en un proceso algo subjetivo que depende de la persona que lo escoge.
En ocasiones se utilizan técnicas que permiten seleccionar el mejor espermatozoide no sólo por sus características físicas o por cómo se mueve, sino por otras cualidades que no las detecta el ojo humano. Estas cualidades se detectan a través de la triple selección espermática (ICSI o inyección intracitoplásmica de esperma + PICSI o selección de espermatozoides mediante el uso de ácido hialurónico + MACS o selección usando las denominadas columnas de anexina).
Los gametos que pasan este estricto proceso de selección son los que tienen una mayor capacidad de fecundar al ovocito y de generar un embrión de una mayor calidad, lo cual puede traducirse en una tasa de embarazo mayor. Es decir, con la triple selección se optimiza el procedimiento de fecundación in vitro, no dejando al azar la selección del espermatozoide.
Todo este trabajo está orientado a que los embriones que resulten de la unión de los espermatozoides elegidos con los mejores óvulos de la mujer (o de una donante) sean los óptimos para alcanzar el objetivo último: conseguir el embarazo.
Fuente: Sur
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