Las inmunoterapias son los tratamientos diseñados para aumentar la actividad del sistema
inmunitario, especialmente en zonas como los linfocitos T que es una de las opciones más solicitada en el tratamiento de este cáncer ya que es bastante prometedora. A pesar de todo, el uso de estos tratamientos está actualmente condicionada por el número de mutaciones en los tumores.
Sin embargo, a medida que aumenta el número de mutaciones en las células cancerígenas, más sencillo será localizarlos y eliminarlos, sobre todo si están potenciados, cosa que no ocurre con los de los ovarios ya que tienen una baja carga mutacional. Hasta ahora había sido así, pero gracias a las investigaciones parece haberse desarrollado una inmunoterapia eficaz frente a cáncer de ovario.
Según ha declarado el director de la investigación los tumores que presentan altas tasas de mutaciones como puede ser en el cáncer de pulmón, son los que mejor responden al tratamiento.
Las células cancerígenas que transportan un número elevado de mutaciones en su ADN expresan proteínas anómalas (neoantígenos) que son detectadas por en sistema inmune. Los linfocitos T citotóxicos pueden reconocer fragmentos mutados en estos neoantígenos, denominados neoepítopos.
La finalidad es que los linfocitos T detecten los neoepítopos y destruyan a sus portadores, las células cancerígenas. Sin embargo, los neoepítopos varían notablemente no únicamente en los pacientes, sino en el mismo tipo de cáncer. De este modo, siempre habrá neoepítopos y por lo tanto, células cancerígenas que se escapen del control de los linfocitos. Una solución sería potenciar los linfocitos T con mayor efectividad detectando a los neoepítotos. Esta práctica se lleva a cabo con la extracción de linfocitos T de un paciente y se cultivan los más capacitados.
Una vez haya un número considerable de estos vuelven a ser inoculados en el paciente. Estos linfocitos son extraídos de la sangre, lo que no es muy eficaz, ya que los que se encuentran en el torrente circulatorio no parecen ser muy efectivos frente a tumores sólidos.
Habría otra opción que consistiría en introducir directamente los linfocitos en el tumor para combatir las células malignas, lo que desemboca en un problema, no hay manera de que estos TLF (tumores) proliferen en los cultivos celulares, esto hace imposible que se produzcan las suficientes como para hacer frente al tumor. Así sido hasta ahora, con esta investigación tratan de hallar tratamientos más eficientes y funcionales.
Fuente: ABC
inmunitario, especialmente en zonas como los linfocitos T que es una de las opciones más solicitada en el tratamiento de este cáncer ya que es bastante prometedora. A pesar de todo, el uso de estos tratamientos está actualmente condicionada por el número de mutaciones en los tumores.
Sin embargo, a medida que aumenta el número de mutaciones en las células cancerígenas, más sencillo será localizarlos y eliminarlos, sobre todo si están potenciados, cosa que no ocurre con los de los ovarios ya que tienen una baja carga mutacional. Hasta ahora había sido así, pero gracias a las investigaciones parece haberse desarrollado una inmunoterapia eficaz frente a cáncer de ovario.
Según ha declarado el director de la investigación los tumores que presentan altas tasas de mutaciones como puede ser en el cáncer de pulmón, son los que mejor responden al tratamiento.
Las células cancerígenas que transportan un número elevado de mutaciones en su ADN expresan proteínas anómalas (neoantígenos) que son detectadas por en sistema inmune. Los linfocitos T citotóxicos pueden reconocer fragmentos mutados en estos neoantígenos, denominados neoepítopos.
La finalidad es que los linfocitos T detecten los neoepítopos y destruyan a sus portadores, las células cancerígenas. Sin embargo, los neoepítopos varían notablemente no únicamente en los pacientes, sino en el mismo tipo de cáncer. De este modo, siempre habrá neoepítopos y por lo tanto, células cancerígenas que se escapen del control de los linfocitos. Una solución sería potenciar los linfocitos T con mayor efectividad detectando a los neoepítotos. Esta práctica se lleva a cabo con la extracción de linfocitos T de un paciente y se cultivan los más capacitados.
Una vez haya un número considerable de estos vuelven a ser inoculados en el paciente. Estos linfocitos son extraídos de la sangre, lo que no es muy eficaz, ya que los que se encuentran en el torrente circulatorio no parecen ser muy efectivos frente a tumores sólidos.
Habría otra opción que consistiría en introducir directamente los linfocitos en el tumor para combatir las células malignas, lo que desemboca en un problema, no hay manera de que estos TLF (tumores) proliferen en los cultivos celulares, esto hace imposible que se produzcan las suficientes como para hacer frente al tumor. Así sido hasta ahora, con esta investigación tratan de hallar tratamientos más eficientes y funcionales.
Fuente: ABC
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