El último avance del MIT en el campo de la neurociencia ha redefinido el concepto de muerte al haber logrado mantener vivo un cerebro de cerdo en un tarro. La meta del experimento era conservar mejor los órganos de cara a pruebas médicas pero ha generado un debate ético muy peligroso: ¿se puede realizar con humanos?
El creador del experimento es un neurocientífico de la universidad de
Yale llamado Nenad Sestan. Él explica como ha planteado una técnica que consiente mantener con vida un cerebro de cerdo conectándolo a un sistema de válvulas que bombean sangre artificial con oxígeno y nutrientes en un tanque del laboratorio que se mantiene con la temperatura adecuada. El sistema recibe el nombre de BrainEX y no se diferencia mucho del que se puede utilizar en hospitales para conservar vivos riñones o hígados, la única diferencia es que Sestan ha conseguido que su sistema circulatorio mantenga vivas hasta las células más profundas.
En los últimos años, aproximadamente 200 cerdos han sido sacrificados en un mataderos para la industria cárnica. Sestan no pretende crear un Frankestein porcino, sino crear un procedimiento que le permita mantener vivo y en óptimas condiciones el tejido cerebral. Esto sería un avance notable para los proyectos científicos que investigan sobre enfermedades como el Alzhéimer o que simplemente tratan de desarrollar un mapa de conexiones cerebrales. Jamás se había logrado que un cerebro de un animal tan grande como el cerdo esté vivo fuera de su cuerpo.
Sestan dice que ninguno de los cerebros ha dado señales de estar consciente. De echo, lo primero qe hicieron él y sus investigadores fue comprobar mediante diversos tipos de escáner cerebral y electrodos. Sin embargo, el propio Sestan indica que esto puede ser debido a los fármacos que se utilizan en la sangre artificial, que adormecen a las neuronas.
La cuestión sobre si el cerebro puede llegar a reactivarse si este estado continua así y las implicaciones de la técnica son demasiado profundas como para pasarlas por alto. Supuestamente, se pueden usar en otros animales y en humanos. ¿Qué sucederá entonces?
Fuentes: Mundo Oculto, Gizmodo
El creador del experimento es un neurocientífico de la universidad de
Yale llamado Nenad Sestan. Él explica como ha planteado una técnica que consiente mantener con vida un cerebro de cerdo conectándolo a un sistema de válvulas que bombean sangre artificial con oxígeno y nutrientes en un tanque del laboratorio que se mantiene con la temperatura adecuada. El sistema recibe el nombre de BrainEX y no se diferencia mucho del que se puede utilizar en hospitales para conservar vivos riñones o hígados, la única diferencia es que Sestan ha conseguido que su sistema circulatorio mantenga vivas hasta las células más profundas.
En los últimos años, aproximadamente 200 cerdos han sido sacrificados en un mataderos para la industria cárnica. Sestan no pretende crear un Frankestein porcino, sino crear un procedimiento que le permita mantener vivo y en óptimas condiciones el tejido cerebral. Esto sería un avance notable para los proyectos científicos que investigan sobre enfermedades como el Alzhéimer o que simplemente tratan de desarrollar un mapa de conexiones cerebrales. Jamás se había logrado que un cerebro de un animal tan grande como el cerdo esté vivo fuera de su cuerpo.
Sestan dice que ninguno de los cerebros ha dado señales de estar consciente. De echo, lo primero qe hicieron él y sus investigadores fue comprobar mediante diversos tipos de escáner cerebral y electrodos. Sin embargo, el propio Sestan indica que esto puede ser debido a los fármacos que se utilizan en la sangre artificial, que adormecen a las neuronas.
La cuestión sobre si el cerebro puede llegar a reactivarse si este estado continua así y las implicaciones de la técnica son demasiado profundas como para pasarlas por alto. Supuestamente, se pueden usar en otros animales y en humanos. ¿Qué sucederá entonces?
Fuentes: Mundo Oculto, Gizmodo
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