BROTE DE ÉBOLA

El nuevo y aterrador brote de ébola declarado el 8 de mayo de 2018 en la República Democrática del Congo, ha dado lugar a 54 casos y 24 muertes en tres poblaciones diferentes Mbandaka, Bikoro y Iboko. Estamos hablando de una enfermedad infecciosa producida por un virus y que además, presenta un altísimo contagio y gravedad, se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, ya que a los animales también les afecta. Esta enfermedad causa hemorragias graves teniendo una tasa de mortalidad del 90%. Además su localización geográfica dificulta más su estrategia y abordaje frente al problema, ya que se encuentra conectado por el río Congo.

Actualmente no tenemos a nuestro alcance  magníficas vacunas para evitarlo y no entrar en contacto con él. Por eso, se teme el previsible aumento de fallecimientos y la gran extensión de la que puede dicha enfermedad formar parte por su peligrosa letalidad. Además su localización geográfica dificulta más su estrategia y abordaje frente al problema, ya que se encuentra conectado por el río Congo.

Además tal y como explica a la agencia France Press ,el doctor Matshidiso Moeti (director regional de este organismo para África), se están realizando numerosas búsquedas de posibles contagiados del caso confirmado y de esta manera aplicarles una vacuna experimental, cuya eficacia ha sido comprobada con unos resultados positivos en Guinea entre los años 2004-2016 del que a pesar de realizar tantas vacunas y finalmente, encontrar la adecuada, murieron 11.000 personas.  Aunque se preve que el número de contagiados supere a 1000 personas. Debemos ir con mucha cautela y prepararnos para el peor caso, dice Luis Encinas (experto en el virus del ébola y coordinador de emergencias de médicos Sin fronteras en el centro de Bikoro), considera que no es una alarma es una simple prevención.

Este brote de ébola fue detectado en principio en zonas rurales y que más tarde, alcanzó diversas áreas urbanas de Mbandaka. Es el noveno brote que golpea sin piedad la República Democrática del Congo desde que se descubrió el virus, en 1976.

Fuente: El País