COMIENZA LA VACUNACIÓN CONTRA UN ÉBOLA FUERA DE CONTROL EN LA REPÚBLICA DOMINICANA DEL CONGO


La epidemia, considerada de “alto riesgo” pero no “emergencia internacional” por la OMS, alcanza los 46 casos y 21 fallecidos

La novena epidemia de ébola que ha conocido la República Democrática del Congo sigue su curso en la provincia de Equateur después de que la semana pasada se confirmaran los primeros cuatro casos en la ciudad de Mbandaka, de más de un millón de habitantes. 


Precisamente en este centro urbano ha comenzado la vacunación,
 mientras que Médicos sin Fronteras (MSF) 
se encarga de la zona rural de Bikoro.

El suministro de vacunas se enfrenta a varios retos y el primero de todos es mantener la cadena de frío, ya que las dosis deben conservarse a -80 grados centígrados en un país tropical donde la electricidad no está siempre garantizada, especialmente en el interior del país.

Se descongelan gradualmente pudiendo mantenerse entre 2 y 8 grados durante un periodo máximo de 14 días.

La vacuna VSV-ZEBOV, específica para la cepa Zaire y que aún no está homologada, fue desarrollada por el Laboratorio Nacional de Microbiología de Canadá, puesta a prueba en Guinea y Sierra Leona durante la epidemia de 2014-2016 y luego comprada por la compañía farmacéutica Merck, que ostenta los derechos. 

El 100% de las personas vacunadas no desarrolló la enfermedad.

Está previsto que en los próximos días lleguen a la RDC otras 3.600 dosis.

Una de las inquietudes es la fragilidad del propio sistema de salud congolés, que pese a ser el país donde se descubrió el ébola hace 42 años y a haber sufrido nueve epidemias, ha sido incapaz de detectar este nuevo brote de manera precoz.


Las autoridades han comenzado ya a aplicar las medidas habituales, como el lavado de manos, las restricciones de contacto físico, el uso de guantes, mascarillas y trajes especiales para el personal médico y una campaña de sensibilización a la población que incluye la recomendación de no consumir carne de animales salvajes y que todos los entierros sean controlados por personal especializados para evitar la manipulación insegura de los cadaveres.

Fuente:El País


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