EL SEXO Y LA DIETA

 El estrés, las tensiones diarias, el cansancio… pueden pasar factura no solamente a tu cuerpo, sino también a las personas con las que convives. Y una de ellas, es el apetito sexual


Es sabido que en una relación la parte sexual varía, al mismo tiempo que evoluciona la relación. A veces, estos momentos íntimos se ven reducidos en número y puede llegar a pasar factura a la relación con la pareja. La libido es el término que se usa en medicina y psicoanálisis de manera general para denominar a este deseo. Un deseo que no solamente está relacionado con la psique, sino que nuestro cuerpo también tiene influencia sobre él. De esta forma, podremos influir en la libido mirando nuestra alimentación, así como los hábitos que llevamos.
Por un lado, está nuestra dieta. Mantener una buena alimentación hará que nuestro organismo esté siempre en buena forma, pero podemos darle un plus con estas comidas:

Fresas y frambuesas: Las semillas de estos frutos contienen niveles altos de zinc, un mineral que ayuda a despertar el deseo sexual.
Frutos secos: Gracias al zinc y magnesio mejoran notablemente el rendimiento sexual. Bastará con un puñado al día de nueces, cacahuetes o almendras.
Aguacate: En este caso contiene Vitamina E, también conocida como la “vitamina del sexo   un macronutriente que está en grandes cantidades en este fruto.

Ginseng: A diferencia del chocolate o el vino, sus efectos se producen a nivel fisiológico, sobre los órganos que intervienen en el acto sexual, no sobre el cerebro.Su ingesta mejora la calidad de la erección, aumenta el flujo sanguíneo y la relajación del músculo liso cavernoso.

Ostras: Es un clásico, pero aunque no se ha encontrado una relación entre su ingesta y el despertar del apetito sexua, sí que sus altos contenidos en zinc podrían ayudar a ello.



Fuente: 65ymas.com                 


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