EL PELIGRO DEL ABUSO DE ANTIINFLAMATORIOS

Los antiinflamatorios como el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico están indicados ante ciertos tipos de dolores, ya que nos ayudan a prevenir o reducir la inflamación de los tejidos. Su consumo está muy extendido y normalizado entre la sociedad, principalmente a partir de cierta edad, ya que alivian el dolor muscular o articular, así como otras de las molestias más habituales entre los mayores de 65 años, pero tomarlos durante excesivo tiempo o exceder la dosis indicada puede ser malo para la salud.

Un abuso de este tipo de fármacos puede desencadenar problemas digestivos, cardiovasculares, hepáticos y hematológicos. Los problemas en el aparato digestivo son los más habituales, de ahí que deban ser consumidos con las comidas y siempre con el estómago lleno, ya que de lo contrario pueden llegar a provocar úlceras o dolores intestinales.

Desde el punto de vista cardiovascular también pueden ser negativos para nuestra salud, ya que su consumo puede incrementar el riesgo de infarto, de ictus y coágulos en las piernas. También aumentan la presión arterial, por ello, si tienes algún tipo de problema cardiovascular, es aconsejable que consultes con tu médico antes de tomar cualquier fármaco de este tipo.

Las personas que consumen fármacos anticoagulantes, diuréticos o antihipertensivos suelen tener restringidos el consumo de antiinflamatorios, ya que son fármacos que interaccionan. Por ello, siempre se debe consultar al especialista en caso de tomar un medicamento y sufrir algún tipo de patología previa, ya que será el médico el que deba individualizar el consumo de estos fármacos en función de las patologías de base y las características del paciente.


Un abuso o consumo incorrecto de este medicamento aumenta los efectos secundarios. Por todo ello, aunque es un fármaco que nos ayudará enormemente ante ciertas situaciones como puede ser un dolor de cabeza o uno muscular o articular, entre otros, lo cierto es que su consumo debe ser lo más controlado posible sin exceder los 7 días y siempre en las dosis más bajas posible.

En el caso de no poder o querer consumir antiinflamatorios y, siempre que sea posible y el médico nos lo recomiende, podemos optar por otros procedimientos antiinflamatorios basados en medidas y comportamientos físicos tales como el reposo e inmovilización de la zona afectada y con dolor, hipotermia o crioterapia localizada o elevación y compresión de la extremidad afectada, entre otras medidas naturales.

Fuente: 65ymás

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