La dieta es una herramienta fundamental para prevenir enfermedades de distinta índole, entre ellas las relacionadas con el corazón. En España, concretamente, más de 37.000 personas fallecen cada año por insuficiencia cardiaca. Ahora, un equipo de científicos de la Escuela Perelman de Medicina de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) ha logrado describir de forma detallada la manera en la que el corazón humano emplea los nutrientes como fuente de energía.
Los datos recogidos revelan claves del uso energético en un corazón tanto sano como enfermo, lo que ofrece nuevas perspectivas para la prevención cardiovascular. "Entender a este nivel de detalle cómo el corazón maneja los nutrientes y obtiene energía debería servir de información para desarrollar futuros tratamientos para la insuficiencia cardíaca y los trastornos relacionados", valora el Dr. Zoltan Arany, director del Programa de Metabolismo Cardiovascular del centro académico. "Ahora que tenemos una imagen clara del proceso, podemos centrarnos en buscar maneras de mejorar el metabolismo del corazón
Esta afección cardíaca se produce generalmente a consecuencia de la enfermedad de las arterias coronarias (EAC) o de un ataque al corazón, y provoca que el bombeo de sangre rica en oxígeno no sea lo bastante fuerte como para suplir adecuadamente al resto de órganos vitales. Los tratamientos actuales para la insuficiencia se dirigen principalmente a sus síntomas, como la acumulación de fluido en los pulmones y las extremidades inferiores, mediante el uso de instrumental médico que ayude al drenaje y, según el caso, con un trasplante de corazón. Sin embargo, todavía no se ha logrado restablecer la capacidad de bombeo.
Una diferencia importante entre los corazones saludables y los dañados estaba en que estos últimos consumían más cetonas, moléculas usadas por el organismo como intermediarias para convertir la grasa acumulada en energía, y puntal de las 'dietas keto'. Esto, que puede parecer beneficioso, es en realidad resultado de una circulación más lenta debido a la insuficiencia, que facilita la concentración de cetonas pero causa problemas generales. Por otra parte, los corazones debilitados producían más aminoácidos, sugiriendo una necesidad mayor de proteína para funcionar.
ESTA ES UNA IMAGEN DONDE SE VE PERFECTAMENTE LA DIFERENCIA DEL CORAZON SANO AL CORAZON DAÑADO.
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