NUEVA ESTRATEGIA DE INMUNOTERAPIA EXPERIMENTAL MEJORA EL TRATAMIENTO DEL CANCER DE PULMON MAS FRECUENTE









Investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra han identificado en modelos experimentales de ratón una nueva estrategia de inmunoterapia que mejora el tratamiento del adenocarcinoma pulmonar con mutaciones del oncogén KRAS, tipo de cáncer de pulmón más frecuente y que, hasta la fecha, carece de un tratamiento dirigido que responda a su necesidad médica.

En este contexto los investigadores han demostrado que el bloqueo combinado del gen Id1 y la proteína PD-1 logra una mayor respuesta inmunitaria y antitumoral que el tratamiento de inmunoterapia convencional frente a PD-1 de forma aislada.

Así, mediante esta estrategia han logrado aumentar la supervivencia de los modelos animales reduciendo el volumen de la enfermedad a nivel localizado y evitando, además, la generación de afectación metastásica.
Los resultados de esta investigación aportan un mayor conocimiento sobre el comportamiento de esta compleja enfermedad y podrían originar nuevas alternativas terapéuticas.

Aunque los avances en inmunoterapia han mejorado los resultados clínicos de los pacientes con esta enfermedad, muchos de ellos no se benefician de los tratamientos disponibles actualmente.




«El alto volumen de casos, la complejidad de la enfermedad y la falta de terapias dirigidas efectivas, convierten al adenocarcinoma pulmonar con mutaciones de KRAS en una necesidad médica no resuelta a la que queríamos tratar de responder», señala el Dr. Ignacio Gil Bazo, investigador senior del Cima, co-director del Departamento de Oncología Médica de la Clínica e investigador principal del estudio.

En base a estudios previos que demostraron el efecto inmunosupresor del gen Id1, en esta investigación exploraron el potencial efecto sinérgico de la inhibición de Id1 y el bloqueo de PD-1 en modelos animales con cáncer de pulmón con mutación en KRAS.

«Por un lado, observamos que al inhibir el gen Id1 se producía un incremento de la expresión de PD-L1. Esta proteína ayuda a evitar que las células inmunitarias ataquen a las células tumorales, y, al aumentar su expresión, los tumores de pulmón se hacen más sensibles a los inhibidores de PD-1. Por otro, al bloquear PD-1, logramos aumentar la infiltración de los linfocitos T CD8+ tanto en el tumor como en el microambiente tumoral. La gran toxicidad de este tipo de linfocitos T provocó una inflamación en el tejido tumoral potenciando su efecto antitumoral», explica el investigador.

Según han demostrado los investigadores, mediante esta estrategia han logrado aumentar la supervivencia de los modelos animales reduciendo el volumen de la enfermedad a nivel localizado evitando, además, la generación de afectación metastásica.

«Nuestro siguiente paso es validar estos resultados en otros modelos y buscar moléculas inhibidoras de Id1 que resulten candidatas para el diseño de fármacos que puedan ser trasladados a la clínica», apunta el Dr. Gil Bazo.

A su vez, varios de sus investigadores forman parte del IdiSNA y del CIBERONC.


Comentarios