Cuando pensamos en la infección de COVID-19 lo primero que te viene a la cabeza es que se trata de una enfermedad que afecta especialmente a los pulmones, y que puede dar una fuerte neumonía. Pero no solo es eso.
"Todos asociamos que es una afectación respiratoria, por que los síntomas principales van por ahí, pero cuando es un paciente crítico, es una enfermedad devastadora, que puede afectar a multitud de órganos y puede llegar a ser una situación de disfunción multiorgánica, donde puede ser uno de los principales órganos diana de infección el riñón." Así lo afirma en una entrevista la coordinadora de los grupos de trabajo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), la doctora María Ángeles Ballesteros.
En concreto, la experta apunta que el riñón puede ser afectado sobre tres razones. En primer lugar, dice que se cree que es un órgano diana de la enfermedad porque presenta un marcador, la renina angiotensina (un sistema de regulación de la tensión arterial), que se ve afectado por este virus. También mantiene la especialista que uno de los órganos en los que se encuentra es un el riñón, pero también está este marcador en el pulmón, y se postula que puede estarlo en el cerebro.
La doctora Ballesteros también sostiene que el riñón puede ser afectado durante la infección del COVID-19 al ser una enfermedad que afecta a todo el cuerpo, por lo que si por ejemplo empieza a fallar el corazón, el riñón no recibe el riego sanguíneo adecuado y es entonces cuando se daña.
El tercer factor que puede hacer que el riñón sea uno de los principales órganos diana del COVID-19 es que se está empleando fármacos para combatir la enfermedad, y pueden tener un efecto tóxico en el mismo.
Según datos de esta entidad científica, la incidencia de lesión renal aguda (LRA) en pacientes ingresados con COVID-19 "aún no está establecida" pero oscila "del 0'1% al 29%."
Por otro lado, si las personas que durante su estancia en la UCI han presentado insuficiencia renal aguda, la doctora Ballesteros sostiene que a día de hoy "el tiempo lo dirá". Desde la SEMICYUC se está realizando un registro de los casos, por lo que se podrá observar la evolución y se podrá aportar conclusiones o soluciones al respecto.
Pero esto no quiere decir que si hay disfunción renal en la UCI tengas después daño renal de forma permanente al salir de la UCI. No deja de ser un factor de riesgo para tener secuelas a nivel de la función renal, pero no siempre se traduce en un deterioro de la función renal permanente. Los resultados del registro permitirá ver si está hipótesis se consolida, comenta la experta.
Se está aprendiendo a tiempo real sobre este virus. La experiencia se limita a los compañeros de China, que han vivido antes la pandemia. Ellos remiten que sí que es verdad que hay disfunción renal, pero que no siempre esto produce secuelas permanentes en la función del riñón, una vez el paciente es recuperado.
La responsable de la SEMICYUC recalca que no solo entra en juego la infección, sino también las características de paciente. Si además de infectarse, ya tenía de base una función renal algo deteriorada, es otro factor dañino añadido que por ejemplo puede contribuir a la LRA. Pero si una persona que estaba sana, aunque en la UCI se haya deteriorado el riñón, no tiene por qué después darse un daño permanente.
Fuente : Infosalus
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