EL CORONAVIRUS SE CUELA EN EL CEREBRO POR LA NARIZ.

El SARS-CoV-2, el virus que causa la Covid-19, puede llegar hasta el cerebro subiendo por la nariz. Esa es la opción que defiende un grupo de alemanes científicos. Que han analizado tejidos de unas treinta personas fallecidas por el Covid-19. En esta investigación, han podido encontrar restos del virus desde la mucosa olfativa hasta la región cerebral.

En los inicios de la pandemia, muchos enfermos han tenido síntomas de carácter neurológico, como la pérdida del olfato o la pérdida del gusto, dolores musculares de origen nervioso, trastornos de la conciencia... Era evidente que el sistema nervioso central se veía afectado, pero no había manera de descubrir como llegaba el coronavirus hasta allí. Algunos encontraron en el análisis de tejidos cerebrales pruebas de que el mal llega por la ruptura de la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de lo que lleve el torrente sanguíneo.

Los resultados de las pruebas de 33 enfermos por coronavirus, muestran ahora otra posibilidad: que por donde llega el virus al cerebro es mediante la vía nasal. Este trabajo, publicado en Nature Neuroscience, ha encontrado grandes cantidades de ARN y proteínas del SARS-CoV-2 en la mucosa olfativa. Esta membrana que se encuentra al final de las fosas nasales tiene las células nerviosas que permiten al cerebro traducir los olores que entran por la nariz. 

"Estos datos apoyan la idea de que el Covid-19 es capaz de usar la mucosa olfativa para entrar al cerebro", dice el director del departamento de neuropatología de Charité, el hospital universitario de Berlín, el profesor Frank Heppner. El síntoma neurológico más citado es la pérdida del olfato. El profesor Heppner añade, "Una vez el virus se encuentra en la mucosa olfativa, parece usar las conexiones neuroanatómicas, como el nervio olfativo, para llegar hasta el cerebro".

También encontraron en otras partes del sistema olfativo material genético del virus, como el bulbo olfativo, que forma parte simbólicamente del cerebro, y en el tubérculo olfativo, el centro de procesamiento sensorial ya situado en la misma corteza cerebral. Heppner comenta, "En algunos casos, en el cerebro sabemos la presencia del virus visualizándolo mediante el uso de tinciones, que representan proteínas del virus, validando así nuestros hallazgos".

La compañera del profesor Heppner en Charité y coautora del estudio, la doctora Helena Radbruch dice, "El virus se va moviendo de célula nerviosa a otra célula nerviosa hasta que llega al cerebro". Pero, no han llegado a encontrar su rastro en las terminaciones nerviosas que, desde el bulbo y la mucosa, acaban en el cerebro. Así que tienen otras opciones, como la del propagación por medios de los vasos sanguíneos. Eso puede explicar que hayan encontrado restos de Covid-19 en diferentes partes, como el cerebelo, que no intervienen en el olor.

Un dato relevante por esta investigación llama la tención del vocal de la Sociedad Española de Neurología, David García Azorín: "La posibilidad de hallar el virus que se encuentra en el mucosa olfativa es inversa a la duración de la enfermedad". Esto quiere decir que el sistema nervioso se ve afectado por el Covid-19 desde el inicio. "Las cefaleas y la anosmia aparecen en los dos o tres primeros días", añade. Para David García, este trabajo en el que no ha participado apunta a que el virus podría llegar al sistema nervioso central, pero "les falta hallarlo en el cerebro".

El jefe de servicio de neurología del Hospital Universitario de Albacete, Tomás Segura, también ha analizado muestras cerebrales de fallecidos por Covid-19. Una primera objeción es que la muestra del estudio es bastante reducida y de casos tan extremos que sus resultados no se pueden extender al resto de los enfermos. Tomás ha observado varios daños en las células endoteliales de los capilares sanguíneos, lo cual le lleva a pensar que podría ser la vía de entrada del virus al cerebro: "Vemos el cerebro sembrado de destrucción, en el que el virus se ha cargado el endotelio cerebral".

En lo que si coinciden con los autores es en elevar el lado neurológico del virus. En sus conclusiones, los científicos alemanes plantean que la presencia del virus en el tallo cerebral, donde reside el control de la respiración, podría estar influyendo en los problemas respiratorios de muchos de los casos. "En algunos pacientes no obtienen el oxígeno necesario para la neumonía que sufren, la presencia del coronavirus en la zona cerebral que controla la respiración puede agravar el problema de la falta de oxígeno". Es solo una teoría que requerirá de más pruebas, pero es intrigante e inquietante.

Fuente: ElPaís

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