La universidad Queen Mary en Reino Unido ha creado un nuevo fármaco para dirigir la quimioterapia directamente a las células cancerosas para así aumentar la supervivencia de los pacientes con cáncer de vejiga.
En todo el mundo se registran 549.000 casos de cáncer de vejiga y 200.000 muertes. El tratamiento que más se utiliza es la quimioterapia para que actúe con éxito sobre las células cancerosas. El nuevo tipo de fármaco “conjugados de anticuerpos y fármacos” funciona por un anticuerpo unido a un fármaco parecido a la quimioterapia. Esto hace q
ue actúe únicamente sobre las células cancerosas y ignoren las células normales del organismo.
En un ensayo participaron 680 pacientes y se aprobó este fármaco. Los pacientes eran adultos y padecían de cáncer urotelial que es el tipo más común de cáncer de vejiga.
Según los resultados después de haber recibido el nuevo fármaco, el riesgo de muerte era un 30% menor que con la quimioterapia. Los efectos secundarios del fármaco fueron manejables similares a los de la quimioterapia.
“Este nuevo tipo de fármaco ha supuesto una ventaja de supervivencia en el cáncer de vejiga que ha sido difícil de conseguir en esta difícil enfermedad ha reducido la tasa de mortalidad en un 30 % y ha superado la quimioterapia en todos los ámbitos por lo que es realmente un gran acontecimiento” comenta el investigador principal Tom Pawles.
Por otra parte, investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas en Barcelona, han conseguido un fármaco para evitar el crecimiento de tumores de vejiga y frenar la enfermedad.
Ya se había demostrado la efectividad del tratamiento in vitro y en ratones. En un ensayo clínico con pacientes, los primeros resultados fueron muy esperanzadores. “En la fase inicial del estudio, que es lo que estamos haciendo para conocer los niveles de tolerancia y eficacia, de los siete primeros enfermos, hemos comprobado que cuatro están respondiendo bien. Son enfermos que habían fracasado en las terapias previas: quimioterapias, radio, inmunoterapia... O sea, que son personas que no tienen ninguna otra opción”, explica Joaquín Bellmunt autor principal del estudio.
A pesar de las buenas noticias el doctor subraya que el nuevo tratamiento aún debe pasar muchas pruebas, por lo tanto pasarán años para que se estandarice su uso clínico.
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