Así, destaca que llevar hábitos de vida saludables durante la infancia, como practicar ejercicio de manera moderada y seguir una alimentación equilibrada, protege el cerebro y contribuye a la prevención de las enfermedades neurológicas en edades más avanzadas. Que los trastornos neurológicos que padece el 16 % de la población española adulta, son la causa de más de 50 % de los casos de dependencia, según el SEN.
El cerebro para estar activo necesita energía, que proviene principalmente de la glucosa, presente de manera natural en ciertos alimentos como las frutas, el agua, el aporte de vitaminas y los hidratos de carbono. De esta forma el papel que juega la alimentación con sus nutrientes sobre el cerebro, es beneficioso para el sistema nervioso y forma parte de los hábitos saludables.
LA CAMPAÑA DE COVAP Y LA SEN
La actividad física y el rendimiento deportivo dependen de un cerebro activo para ello se propone una alimentación correcta y huir de alimentos que influyen de manera negativa tanto en el desarrollo como en la actividad, como por ejemplo las grasas saturadas.
Los dietistas abogan por la dieta mediterránea basada en el consumo de aceite virgen extra, pescados azules, carnes magras, frutas, verduras, hortalizas, lácteos y cereales. Los dietistas abogan por la dieta mediterránea basada en el consumo de aceite virgen extra, pescados azules, carnes magras, frutas, verduras, hortalizas, lácteos y cereales.
La importancia de seguir un patrón dietético para prevenir problemas neurológicos se refleja también en un estudio publicado en la reconocida revista biomédica ‘The American Journal of Clinical Nutrition’. Según esta investigación el consumo de lácteos como la leche aumenta los niveles de antioxidante glutatión, que ayudaría a evitar el estrés Oxidativo, relacionado con enfermedades como el Alzheimer o Párkinson.
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