El proceso de erosión regresiva en los márgenes del río Coca, podría acelerarse cuando se unan los ríos Coca y Malo, en la provincia de Napo. Esto es lo que dice un estudio fluviomorfológico del río Coca, que fue contratado por la estatal Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec).
"La condición del río Coca cambiará de un flujo laminar o de aguas tranquilas y con poco movimiento a un flujo turbulento o aguas rápidas, que es como si estuviera una licuadora funcionando en el río", agrega Carolina Bernal, PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología y docente de la Escuela Politécnica Nacional, que está preocupada por el cambio del río Coca y como puede afectar a el río Malo.
El fenómeno natural se encuentra en la unión de esos dos ríos, según el último informe técnico de Celec.
Los depósitos del río Coca, están formados por una brecha volcánica. Y según el estudio los depósitos del río Coca cambiarán drásticamente cuando se acerquen a la confluencia con el río Malo.
Las obras de captación de agua de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país con una capacidad de generación de 1.500 megavatios, se encuentra ubicada a tan solo 8,9 kilómetros del frente de erosión regresiva (río Malo). Esto es informado por la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec).
Aunque la erosión regresiva se detuvo en el mismo punto desde septiembre de 2020, la llegada del invierno en la cuenca Amazónica y la facilidad de erosionar en la unión de los dos ríos, provocó que el fenómeno natural se acelerara en los últimos 10 días.
La erosión regresiva avanzó 1,6 kilómetros entre los días 14 y 24 de mayo de este año, 2021, según los informes técnicos de la Corporación Eléctrica del Ecuador.
El aumento del caudal del agua, de acuerdo a el informe sobre el avance de la erosión regresiva en el río Coca, hace preocupar a las autoridades de Celec.
En el último informe señalan el aumento de la profundidad del cauce del río y que el actual frente de erosión, que se encuentra en la desembocadura del río Malo, está a un nivel mayor que el cauce del río Coca.
"La condición del río Coca cambiará de un flujo laminar o de aguas tranquilas y con poco movimiento a un flujo turbulento o aguas rápidas, que es como si estuviera una licuadora funcionando en el río", agrega Carolina Bernal, PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología y docente de la Escuela Politécnica Nacional, que está preocupada por el cambio del río Coca y como puede afectar a el río Malo.
Uno de los efectos de la profundidad del caudal en la unión de los dos ríos es que la erosión también se desarrollará en los márgenes del río Malo, explica Emilio Cobo, excoordinador del Programa de Agua de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para América del Sur.
Carolina Bernal advierte que la erosión en el río Malo, podría dañar el puente que esta sobre ese afluente, además podría afectar a otro tramo de la vía Quito-Lago Agrio.
La experta espera que la administración del presidente Guillermo Lasso, ordene realizar las obras necesarias para proteger a la infraestructura del Estado ubicado en los márgenes del río.
Además de las obras de captación de agua de la central Coca Codo Sinclair, por la zona pasan dos oleoductos de Ecuador: el privado OCP, con capacidad de transporte de 450.000 barriles diario de petróleo. Además el SOTE (360.000 barriles diarios) y el Poliducto Shushufindi-Quito.
Pero por ahora, la erosión está cerca de la infraestructura de captación de agua de Coca Codo Sinclair y pone en riesgo según los estudios a las viviendas del poblado de San Luis, en la provincia de Napo. A la vía E45 y a los tubos del Oleoducto de Grados Pesados (OCP).
Fuente: Primicias
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