El diminuto sensor funciona detectando un campo magnético producido por una bobina electromagnética ubicada fuera del cuerpo.
La fuerza del campo varía con la distancia desde la bobina, por lo que la posición del sensor se puede calcular en función de su medición del campo magnético.
En el nuevo estudio, cuyos resultados se publican en Nature Electronics, los investigadores demostraron que podían usar esta tecnología para rastrear el sensor a medida que se movía a través del tracto digestivo de animales grandes.
Dicho dispositivo podría ofrecer una alternativa a procedimientos más invasivos, como la endoscopia, que se utilizan actualmente para diagnosticar trastornos de la motilidad.
"Muchas personas en todo el mundo sufren dismotilidad gastrointestinal o motilidad deficiente, y tener la capacidad de monitorearla sin tener que ir a un hospital es importante para comprender realmente lo que le está sucediendo a un paciente", afirma Giovanni Traverso, catedrático adjunto de Ingeniería Mecánica Karl van Tassel del MIT y gastroenterólogo del Brigham and Women's Hospital.
Traverso es uno de los autores principales del nuevo estudio, junto con Azita Emami, profesora de ingeniería eléctrica e ingeniería médica en Caltech, y Mikhail Shapiro, profesor de ingeniería química en Caltech e investigador del Instituto Médico Howard Hughes. Saransh Sharma, estudiante de posgrado en Caltech, y Khalil Ramadi, exestudiante de posgrado y posdoctorado del MIT que ahora es profesor asistente de bioingeniería en la Universidad de Nueva York, son los autores principales del artículo.
Los trastornos de la motilidad gastrointestinal, que afectan a unos 35 millones de estadounidenses, pueden ocurrir en cualquier parte del tracto digestivo, lo que provoca que los alimentos no se muevan a través del tracto.
Por lo general, se diagnostican mediante estudios de imágenes nucleares o rayos X, o mediante la inserción de catéteres que contienen transductores de presión que detectan las contracciones del tracto gastrointestinal.
Los investigadores del MIT y del Caltech querían encontrar una alternativa que fuera menos invasiva y pudiera realizarse en el hogar del paciente.
Su idea era desarrollar una cápsula que pudiera tragarse y luego enviar una señal que revelara dónde estaba en el tracto gastrointestinal, lo que permitía a los médicos determinar qué parte del tracto estaba causando una desaceleración y determinar mejor cómo tratar al paciente.
Fuente: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/02/13/63ea3b28e4d4d85d068b4595.html
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