La Consejería de Salud ha abierto una investigación sobre el caso de una pareja que ha presentado una denuncia ante el Servicio Andaluz de Salud (SAS) tras descubrir que su bebé, nacido en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz en 2021 con fecundación asistida, es hijo biológico de la madre, pero no del padre.
La pareja atribuye el asunto a un «grave error» en el manejo de la muestra de semen, mientras la consejera de Salud, Catalina García, ha confirmado que se ha abierto un investigación para conocer los detalles y motivos de este caso.
García esgrimió durante una rueda de prensa que el sistema sanitario practica medio millón de actos al día y que el objetivo de la investigación es conocer el «circuito» y las razones de esta caso, aunque también se comprometió a aplicar las «medida correctoras» cuando concluya la investigación, informa Efe.
Los hechos se remontan a 2019 cuando esta pareja, con residencia en Andalucía, decidió iniciar un proceso de reproducción asistida, que resultó exitoso en 2021, cuando se llevó a cabo «una captación ovocitaria para fecundación in vitro y después la transferencia embrionaria».
Según la denuncia hecha pública por la Asociación El Defensor del Paciente, «era un matrimonio feliz que había conseguido el sueño de tener un hijo en común, hasta que los reiterados comentarios de la familia sobre la falta de parecido físico llevó a un conocido el pasado mes de febrero de 2023 a consultar su cartilla de nacimiento y descubrir un grupo sanguíneo incompatible con la doble filtración de los progenitores».
Entonces, según relata el documento recogido por Efe, «Angustiados por lo que se les decía, se hicieron una prueba de paternidad que tuvo el resultado devastador de saber que el niño no es hijo biológico del padre».
Según el abogado Ignacio Martínez, el daño es «grave e irreparable porque el niño se verá privado de por vida del vínculo natural biológico con quien es su padre y toda su familia paterna además de que su propia historia y origen será siempre un interrogante».
El letrado también advierte de que desconocer a su padre biológico tiene consecuencias en la salud «por no conocer el perfil genético de sus antecesores, clave en la medicina moderna».
La demanda, que ha sido presentada al SAS, exige una indemnización de un millón de euros para compensar el perjuicio causado al padre, a la madre y al niño, basada en reclamaciones similares cuando se han producido intercambios de bebés.
La Asociación pide la apertura de una investigación que aclare el origen del error, una precaución máxima en estos procesos de fecundación asistida.
Fuente: La Razón
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