LA BIOIMPRESIÓN. ÓRGANOS IMPRESOS EN 3D

El pasado año saltaba la noticia de una mujer a la que se había trasplantado una oreja impresa en 3D basada en sus propias células. El implante estaba diseñado para “pacientes con microtía, una patología que se caracteriza por una anomalía congénita del oído externo o por su ausencia total”.

En este caso lo que se hizo fue tomar muestras del tejido del oído existente del paciente. Éstos luego se multiplican en cultivos y se usan como biotinta para imprimir en 3D en la forma de una nueva oreja. Luego se injerta en el paciente. Estas orejas impresas en 3D siguen regenerando el cartílago a lo largo de la vida y es menos probable que sean rechazadas, ya que están hechas de sus propias células.

Parece auténtica ciencia ficción. ¿Es eso cierto?, ¿cómo es ese procedimiento?, ¿en qué consiste la impresión 3D?. Podríamos, simplificando mucho, hablar de la impresión 3D como un proceso cuando se añaden capas de material de manera transversal, partiendo de un modelo generado en tres dimensiones por ordenador. La impresión 3D es un tipo de tecnología que permite crear un objeto tridimensional a partir de un diseño digital. Se va construyendo poco a poco el modelo en diferido, se replica, podríamos decir que se “fotocopia” pero en tres dimensiones: longitud, altura y profundidad.

¿Y qué materiales se suelen utilizar?. Generalmente combinaciones de plástico, metales, materiales de construcción...,¡pero también materia viva!. Es sorprendente, éste proceso puede funcionar prácticamente con cualquier elemento, desde hormigón hasta tejidos vivos.

Volviendo a la cuestión que nos ocupa, la “fabricación” de órganos es un campo que está dando sus primeros pasos aunque con resultados ya esperanzadores. Su utilización, por el momento, se plantea para casos muy complicados en los que las técnicas tradicionales de cirugía no dan resultado y la salud del paciente queda muy comprometida o su vida en grave peligro.

Una de las ventajas que presenta la impresión de órganos en 3D es la posible eliminación del rechazo al utilizar células del propio paciente en su fabricación, la denominada biotinta. “Se están imprimiendo células biológicas y de tejidos que simulan el de los órganos y también se están imprimiendo órganos con células. Lo que todavía no se ha conseguido es que estos órganos impresos en 3D sean compatibles con el cuerpo humano y que este no los rechace, pero creo que es cuestión de tiempo. En el momento en el que imprimes con células vivas, el comportamiento es más difícil de predecir, pero la investigación en esta línea va muy rápido”.

Los beneficios de la impresión 3D de órganos: podría resolver la escasez de órganos para trasplantes, minimizar el rechazo, mejorar la compatibilidad y facilitar la investigación. 

¿Órganos para todos? La investigación y la actividad médica 3D es muy cara. Será cuestión de tiempo el abaratamiento de los procesos para estar disponible en la sanidad pública. Ésta y otras cuestiones deberán intentar ser solventadas desde la perspectiva ética de la disciplina.

 

Fuentes: El Mundo, La Razón, GCF Global, MAS, Noticias de la Ciencia

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