La inmunoterapia se ha vuelto en los puntos de inflexión en el abordaje del cáncer, aunque todavía hay algunos tumores que resisten. Eso ocurre con el glioblastoma.
Cuando las células malignas llegan a la cabeza las cuales vienen de otra localización, si se pueden eliminar con inmunoterapia. La terapia se trata de entrenar las defensas de nuestro organismo que consiguen plantarle cara al tumor.
En realidad, no cualquier fármaco de este tipo vale, sino los que desbloquean de puntos de control inmunológicos o anticuerpos que inhiben los llamados puntos de control. La razón por la que no pasa lo mismo en personas con glioblastoma es que las respuestas inmunes antitumorales se producen en los ganglios linfáticos fuera del cerebro.
Este cáncer representa entre un 15-17% de todos los tumores cerebrales primarios y este es el más frecuente de los astrocitomas, que es el grupo de tumores cerebrales en el que se incluye.
Estos tumores son de crecimiento rápido y entonces producen síntomas secundarios al incremento de la presión intracraneal y que dependerán de donde se sitúa el tumor
Para Juan Manuel Sepúlveda, se trata de un estudio que arroja pistas importantes, pero apunta que todavía queda mucho para trasladar a la clínica los avances que han desarrollado estos investigadores. Él comenta que ahora tenemos nuevos focos a la hora de abordar estos tumores cerebrales primarios.
Enlace: El Mundo
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