DESCUBREN UNA NUEVA CÉLULA EN EL CEREBRO HUMANO

Según algúnos descubridores, los astrocitos glutamatérgicos pueden desempeñar un papel en trastornos como el alzhéimer.
Santiago Ramón y Cajal, fabricó un laboratorio casero en su vivienda en 1888, comenzó a estudiar en su laboratorio rodajas de cerebros humanos, procedentes de los cadáveres del Hospital de la Santa Cruz. Cajal se topó con un “bosque inextricable” al otro lado de la lente, pero se adentró en aquella jungla y demostró que el cerebro está organizado en células individuales, con las neuronas como principales protagonistas del pensamiento, pero es él quién anuncia el descubrimiento de “un nuevo tipo de célula” en el cerebro humano.

El equipo de Volterra ha detectado un nuevo tipo de célula al que no pertenece ni a la categoría canónica de neurona ni a la de astrocito. Son “células híbridas”. La neurocientífica Liset Menéndez de la Prida cree que es “un descubrimiento trascendental” que cambiará la forma en la que entendemos el funcionamiento del cerebro y sus trastornos.

Volterra ha denominado “astrocitos glutamatérgicos” a este nuevo tipo de células. Se trata de una subpoblación de astrocitos que poseen parte de la maquinaria molecular de las neuronas para liberar glutamato, los astrocitos pueden llegar a tardar del orden de segundos en transmitir información.


El equipo también a observado que los astrocitos glutamatérgicos desempeñan un papel en un circuito que controla los movimientos y está alterado en el párkinson.
Todavía no han estudiado la la distribución de estas células en otras regiones del cerebro, lo que averiguarlo orientará sus futuras investigaciones.

La neurocientífica Marta Navarrete aplaude el nuevo estudio, aunque cree que los astrocitos glutamatérgicos son más bien un subtipo de astrocitos, no un nuevo tipo de célula.
El investigador que observó por primera vez que los astrocitos están involucrados en procesos de información superior fue otro español, Alfonso Araque, actualmente en la Universidad de Minnesota. En 1999, Araque abandonó el tópico del beso entre dos neuronas y postuló el concepto de “sinapsis tripartita”, en el que los astrocitos también tienen un papel fundamental.
La idea de que hay tipos de astrocitos especializados en determinadas funciones no está aceptada en la comunidad científica. No se termina de aceptar que pueda haber más células que estén muy involucradas en el procesamiento de información.

Fuente: El País.

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