LA PESTE NEGRA CAMBIÓ EL SISTEMA INMUNITARIO.

Según un estudio liderado por la Universidad de Chicago, los supervivientes de la pandemia que acabó con el 50% de la población europea en la década de los 1340 tenían una variante genética que pasaron a su descendencia y que, aparte de proteger de la peste, ocasionan un mayor riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes.

La peste negra es causada por la bacteria Yersinia pestis, se expandió por el norte de África, Europa y Oriente Medio entre 1346 y 1350 y provocó la muerte de entre el 30% y el 50% de la población de la época.

En los casos de los siguientes 400 años, las tasas de mortalidad disminuyeron. esto se puede deber a una adaptación genética de la bacteria.

Para explorar la evolución de la variación genética en los genes vinculados con el sistema inmunitario, los científicos analizaron muestras de ADN antiguo de los huesos de más de 200 personas en Dinamarca y Londres que murieron antes, durante y después de que la peste acabara con el 50% de la población a finales de la década de 1340.

Mediante la secuencia selectiva de un conjunto de 300 genes relacionados con la inmunidad, identificaron cuatro genes que, dependiendo de la variante, protegían o aumentaban la susceptibilidad a Yersinia pestis.

El equipo descubrió que tener dos copias de una variante específica del gen ERAP2 estaba fuertemente relacionado con la supervivencia a la peste. Las personas que sobrevivieron a la pandemia transmitieron esa variante genética funcional, denominada rs2549794, a su descendencia.

Según las estimaciones de los científicos, poseer dos copias de la variante rs2549794 habría hecho que una persona tuviera un 40 % más de probabilidades de sobrevivir a la peste negra que los que tenían dos copias de la variante no funcional.

Fuente: Sinc

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