VACUNA CONTRA EL CÁNCER DE PÁNCREAS

 De todos los tipos de cáncer que conocemos, el de páncreas es el más letal. La mayoría de los pacientes mueren, aunque algunos viven años, incluso más de una década, sin sufrir recaídas. En términos médicos están curados. ¿Cómo lo consiguen?

Esa pregunta ha inspirado el desarrollo de una vacuna. La vacuna ha conseguido activar el sistema inmune de la mitad de los pacientes. Ninguno de ellos tuvo una recaída en el tiempo que duró el ensayo. Sin embargo, todos los enfermos en los que la vacuna no provocó reacción sufrieron recaídas.

El cáncer de páncreas es el tumor frío por antonomasia, esto significa que el sistema inmune es incapaz de detectarlo y provocar inflamación para matarlo. Por eso en el páncreas no funciona la inmunoterapia. Lo sorprendente es que los tumores de supervivientes a largo plazo están ardiendo: en ellos hay hasta 12 veces más células inmunes que en el resto de pacientes.

“Tras analizar muestras de supervivientes a largo plazo, nos preguntamos si podíamos emularlo en el resto de los pacientes”, explica a este diario Vinod Balachandran, médico del Centro de Cáncer Sloan Kettering de Nueva York y líder del equipo que ha desarrollado la vacuna. Lo más importante, opina, es que, el cáncer de páncreas sí produce moléculas que permiten lanzar al sistema inmune contra él.

Los resultados se publicaban ese miércoles en la revista Nature, referente de la mejor ciencia mundial. Lo cierto es que Ugur Sahin y Özlem Türeciambos, el matrimonio que creó la vacuna de ARN contra el Covid montaron su empresa, precisamente, con la idea de conseguir las primeras vacunas efectivas contra el cáncer.

En este complejo ensayo clínico hubo que fabricar una vacuna para cada paciente. Tras extirpar los tumores del abdomen de los 16 participantes, los investigadores identificaron hasta 20 neoantígenos. Luego crearon vacunas de ARN que gracias a ellas, cada uno podía sintetizar en su organismo las moléculas específicas de su tumor.

En este punto se les administró atezolizumab, un fármaco de inmunoterapia, una dosis de vacuna y, por último, mFolfirinox, un tipo de quimioterapia. Además de los resultados positivos en el 50% de los pacientes, los investigadores observaron que aumenta en su organismo la cantidad de linfocitos asesinos, lo que probablemente esté detrás de la ausencia de recaídas. Balachandran explica que esperan comenzar “pronto”, junto a BioNTech, la segunda fase de pruebas más detalladas y con más pacientes, algo esencial para esclarecer la efectividad real de la vacuna.

Fuente: El País

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