Un pequeño estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. revela que las dietas, como la vegana y la cetogénica (keto), pueden tener un impacto significativo en el sistema inmunológico, siendo una herramienta potencial en el tratamiento de enfermedades como el cáncer o condiciones inflamatorias. Durante un estudio piloto, se observaron cambios rápidos y distintos en las respuestas biológicas de un grupo que alternó entre estas dietas durante dos semanas, de manera aleatoria.
La dieta vegana desencadenó respuestas relacionadas con la inmunidad innata, mientras que la dieta keto generó respuestas asociadas a la inmunidad adaptativa. Ambas dietas provocaron cambios metabólicos y modificaciones en los microbiomas de los participantes. El estudio, realizado con 20 participantes, analizó respuestas bioquímicas, celulares, metabólicas e inmunológicas, así como cambios en el microbioma, utilizando un enfoque "multiómico".
Las personas en la dieta vegana consumieron menos calorías que las de la dieta keto, que era alta en grasas y baja en carbohidratos. La dieta vegana mostró impactos en las vías vinculadas al sistema inmunológico innato, mientras que la keto afectó procesos bioquímicos y celulares asociados a la inmunidad adaptativa. La dieta keto también influyó en más proteínas en el plasma sanguíneo que la vegana, provenientes de diversos tejidos.
Aunque se necesita más investigación para comprender cómo estas intervenciones nutricionales afectan componentes específicos del sistema inmunológico, los resultados sugieren que el sistema inmunológico responde rápidamente a cambios en la dieta. Esto abre la posibilidad de adaptar dietas para prevenir enfermedades o complementar tratamientos, como ralentizar procesos asociados al cáncer o trastornos neurodegenerativos, según los autores del estudio.
Fuente: ABC
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