Nuestro intestino está plagado de unas 100 millones de células nerviosas que constituyen un sistema nervioso completamente autónomo que controla todos los procesos digestivos y algunas funciones del sistema inmunológico. El nervio vago conecta este sistema nervioso a través de la médula espinal con el cerebro. Este eje directo-cerebro hace posible una comunicación mutua entre el cerebro y el ENS (Sistema Nervioso Empresarial) en inglés, y por tanto también una relación entre la psique y el intestino.
Hay varias sustancias mensajeras que transportan la información y que se producen tanto en el intestino como en el cerebro, algunas de estas sustancias son: la serotonina, hormona de la felicidad, que se fabrica en el intestino, la dopamina, aumenta la motivación y el ácido gamma-aminobutírico (GABA) que calma.
Sin embargo, esta conexión ente el intestino y la psiquis no solo está determinada port las bacterias intestinales. La tristeza, el miedo y el estrés pueden ser causadas también por algunas reacciones inflamatorias intestinales. El SNE contrarresta los procesos inflamatorios produciendo ciertos aminoácidos, necesitan la sustancia mensajera triptófano, pero esta también se necesita para producir serotonina.Las enfermedades inflamatorias del tracto gastrointestinal y el síndrome del intestino irritable, que consiste en la irritación del intestino o las molestias de este, se asocian con estados de ánimo depresivos, dificultades de concentración o ansiedad.
La psiquis también puede influir en la composición de la flora intestinal debido a que la mente y el intestino están conectados también con el equilibrio hormonal. El estrés provoca la liberación de la hormona cortisol.
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