Unas bolitas de tejidos más pequeñas que la cabeza de un alfiler son los primeros miniórganos fetales humanos obtenidos sin causar daño alguno al futuro bebé ni a su madre. Estas copias tridimensionales del intestino, los riñones y los pulmones del gestante abren la posibilidad de diagnosticar y tratar enfermedades congénitas antes del nacimiento y estudiar etapas del desarrollo humano difíciles de acceder con otras técnicas.
Los organoides fueron inventados a finales de la década pasada. comienzan siendo solo una célula madre microscópica que se multiplica sobre una placa de cultivo de laboratorios hasta formar miniaturas de intestinos, corazones, cerebros... uno de sus usos experimentales más prometedores es reproducir los órganos de una paciente para elegir el tratamiento más adecuado con su perfil genético y el de su enfermedad, si se trata de cáncer. Hasta ahora se habían fabricado miniórganos a partir de células madre extraídas de embriones no viables o de células adultas reprogramadas; pero nunca antes de fetos vivos que se están desarrollando dentro del útero.
El equipo de gerli lo han conseguido usando el líquido amniótico que envuelve el feto dentro del vientre de la madre. Han analizado muestras de este fluido de 12 mujeres embarazadas que se sometieron a amniocentesis, una técnica de diagnóstico prenatal. El análisis molecular de este líquido ha permitido identificar células madre epiteliales que se habían desprendido del feto y que son las encargadas de formar diferentes órganos. Cultivadas en el laboratorio, cada una de estas células comenzó a multiplicarse y crecer y formar miniriñones, minintestinos y minipulmones funcionales de hasta un milímetro de diámetro. Todo el proceso tarda apenas cuatro semanas. El resultado son esas pequeñas bolitas que emulan en tiempo real los órganos en crecimiento del futuro recién nacido.Fuente: El país
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