Muere el segundo paciente en recibir el trasplante de un corazón de cerdo.

 

Lawrence Faucette padecía una dolencia cardíaca terminal y recibió hace seis semanas en EE UU como último recurso el órgano de un animal modificado genéticamente. Al principio fue David Bennett, el primer ser humano que vivió, dos meses, con un corazón de cerdo genéticamente alterado en su pecho y murió en marzo del año pasado. Este martes, Lawrence Faucette, de 58 años, falleció después de haber recibido el 20 de septiembre un transplante de similares características. Ambos sufrían una dolencia cardiaca terminal y ambos se pusieron en manos del Centro Médico de la Universidad de Maryland, en Baltimore. 


Fue el hospital el que difundió la noticia de que Faucette, funcionario hasta su jubilación del Instituto Nacional de Salud, NIH son sus siglas en inglés, no había superado la prueba. En las seis semanas que siguieron a la operación logró avances significativos, según un comunicado difundido por la institución. Recibió tratamiento de fisioterapia, pudo pasar tiempo con su familia y hasta “jugó a las cartas con su esposa, Ann”. En los últimos días, el corazón comenzó a mostrar rechazo y el 30 de octubre murió.

“Lamentamos la pérdida del señor Faucette, un paciente extraordinario, científico, veterano de la Marina y hombre de familia que solo quería pasar un poco más de tiempo con su amada esposa y con los suyos”, escribió Bartley P. Griffith, el cirujano encargado de la innovadora operación. “Expresó un último deseo: que aprovecháramos al máximo lo que aprendido de su experiencia, para que otros puedan tener garantizada la oportunidad de disponer de un corazón nuevo cuando un órgano humano no esté disponible. Tuvo tiempo de decir al equipo de médicos y enfermeras reunidos a su alrededor que nos quería. Lo extrañaremos muchísimo”.  

Ann, la esposa, explicó a modo de despedida que su marido “comenzó este viaje con la mente abierta y total confianza en el doctor Griffith y su personal. Sabía que su tiempo con nosotros era corto y esta era su última oportunidad de hacer algo por los demás. Nunca imaginó que sobreviviría tanto ni que proporcionaría tantos datos al programa de xenotrasplantes. Siempre estaba pensando en los demás”. Aún es pronto para saber qué fue lo que no funcionó en el caso de Faucette. En el de Bennett, que hizo historia al convertirse en el primer ser humano en recibir la víscera de un cerdo genéticamente modificada por la empresa Revivicor para impedir que el corazón ajeno creciera y para facilitar el encaje del órgano en el cuerpo humano y evitar el rechazo, se llegó a la conclusión de que fueron los anticuerpos producidos por su sistema inmunológico los que le jugaron la mala pasada. El corazón también tenía rastros de citomegalovirus porcino, un virus latente que afecta a los cerdos, que pudieron contribuir a las complicaciones del trasplante.

Fuente: el país

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