El IBBTEC diseña un sistema para transportar un nanofármaco experimental directamente hacia el corazón y los pulmones para el tratamiento de la fibrosis.La ciencia describe que "desde hace no muchos años se descubrió que las vesículas de comunicación entre células secretadas por las propias células de nuestro organismo puede convertirse en los transportadores de la próxima generación".El objetivo es que las vesículas sanas lleven fármacos a células que producen fibrosis, de esa manera se genera, como han comprobado en el laboratorio, esa comunicación intercelular que reduce la producción de fibrosis. Este mecanismo de incorporación a de fármacos a las vesículas naturales se realiza mediante electro estímulos, lo que provoca que se abran y cierren más rápido para capturar el fármaco así llevarlo en su interior para depositarlo en un lugar deseado a razón de hasta 0.15 picogramos de fármacos en cada célula. Estas cantidades, aunque parezcan pequeñas, para células como los fibroblastos con tamaños sobre las 15 micras, son cantidades que permite alterar la actividad celular y producir un efecto anti-fibrótico. La clave está en conseguir que estas cantidades de fármacos lleguen a las células diana de los órganos, como ocurre en este caso.
La llegada del fármaco directamente al corazón, a fin de tratar de forma personalizada la fibrosis cardiaca, se ha podido comprobar gracias al empleo de un fármaco bioluminiscente que se observa en ratones vivos como el sistema de imagen denominado In Vivo Imaging System. Se puede ver una correlativa entre ambas luces y por tanto observar que las dos, el transportador "la vesícula" y el fármaco, se encuentra en el corazón y el pulmón.
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