Un equipo de científicos describe la muerte celular que se da en las vías respiratorias y que explica los síntomas de la enfermedad.
Antes de todo hay que saber de donde viiene la palabra , "Asma" viene del griego, y una de las primeras referencias escritas es para referirse a la falta de aliento que sufrían los héroes de la Iliada después de librar un combate a muerte. Unos milenios después, la causa de los ataques de asma —un cierre repentino de las vías respiratorias que puede llegar a ser letal— no está nada clara. En España, en torno a un 5% de la población sufre esta enfermedad.
Un estudio publicado en la revista Science, referente de la mejor ciencia mundial, acaba de desvelar una nueva causa de los ataques de asma y sugiere el camino hacia nuevos tratamientos que permitan no solo paliar los síntomas, sino evitar el grave daño que pueden causar en la salud de las personas que lo sufren.
Hasta ahora se pensaba que el asma era una enfermedad del sistema inmune ante un agente interno, genético, o externo, como el polen o la contaminación.Esa reacción inmune producía el ahogo, la inflamación de las vías respiratorias, moco, tos y el resto de los síntomas que caracteriza a la dolencia. Los tratamientos actuales se basan en esta idea y están dirigidos a abrir las vías respiratorias inflamadas con inhaladores que dilatan los bronquios, pero no atacan la causa subyacente de la enfermedad.
El nuevo trabajo, dirigido por investigadores en Reino Unido y Estados Unidos, explora la contracción repentina de las vías respiratorias, en especial sus ramificaciones dentro de los pulmones, los bronquios. El equipo ha analizado esta compresión a nivel celular en los pulmones de ratones que sufren asma y en tejido respiratorio de pacientes. Los resultados describen un fenómeno conocido como extrusión, que parece ser el culpable de todos los efectos posteriores del asma en las vías respiratorias.La farmacóloga valenciana Elena Ortiz-Zapater, investigadora del departamento de bioquímica de la Universidad de Valencia, fue quien desarrolló los modelos animales del estudio, del que es coautora. “Hemos visto que tras la compresión que produce el asma, las vías respiratorias se vuelven muy pequeñas muy rápido, lo que afecta a las células epiteliales que recubren el interior de estas vías”, explica la científica. “Hablamos de un tipo de células no tan flexibles como las musculares y que no están preparadas para una agresión así. Como resultado de la compresión, las células epiteliales se quedan sin espacio y acaban muriendo y desapareciendo”, añade.
Tras el ataque, las vías respiratorias se quedan “expuestas” y dejan que penetren al organismo los contaminantes o agentes alérgicos, lo que explica por qué los asmáticos tienen más propensión a sufrir infecciones respiratorias y también detalla cómo sucede el ciclo vicioso de inflamación, obstrucción y falta de respiración que caracteriza los ataques de asma.
Fuente: El País
Comentarios
Publicar un comentario